Por Hoffmann
Antes
De La Llegada De Los Españoles
Hacia comienzos del siglo XV de
la Era Común, el territorio comprendido entre el río Petorca y el canal de
Chacao estaba poblado por tres grupos étnicos: los pikunche, los mapuche y los
williche. Compartían ellos el idioma (mapudungún); la actual toponimia confirma
lo anterior. Cómo, si no es por transmisión oral, iban a mantenerse numerosos
topónimos en mapudungun hasta el día de hoy.
Sin embargo, compartir un
idioma no equivale a compartir una raza. En efecto, en su "Historia de
Chile", Francisco A. Encina señala asertivamente que los mapuche eran muy
distintos a los pikunche y a los williche. Mediciones de las proporciones
craneales mostraban claramente que los pikunche y los williche estaban
emparentados, y que los mapuche tenían otro origen étnico.
Resulta verosímil la hipótesis
de la invasión mapuche desde el oriente de los Andes, introduciéndose como una
cuña en el territorio de un pueblo que perdió su nombre, y que por falta de
otro mejor, llamaré "pikunche-williche". La vía de ingreso resulta
absolutamente lógica: para pasar al occidente de los Andes, los mapuche
tuvieron que buscar un punto que no estuviera tan al norte que los pasos
cordilleranos fueran inoperables gran parte del año, ni tan al sur que el clima
fuese inhóspito.
Se asentaron entre los ríos Bío
Bío y Toltén. Adquirieron el idioma del pueblo derrotado y desplazado. Se
llamaron a sí mismos "los hombres de (esta) tierra" (mapu-che) y
llamaron despectivamente a los derrotados "nortinos" (pikun-che) o
"sureños" (willi-che), es decir, algo así como "nosotros somos
nosotros y a esos cobardes los echamos hacia el norte y hacia el sur, más allá
del territorio que nuestra población puede efectivamente controlar".
La
Invasión Inka
A mediados del siglo XV de la
Era Común, el Imperio inka inició el avance hacia el sur. Ignoro si los
pikunche habrán presentado alguna resistencia, pues no nos ha llegado esa
información, pero si la hubo, no debió ser de cuidado. Así es, los inkas
cruzaron el territorio probablemente hasta aproximarse al río Bío Bío y, al
encontrar una resistencia más encarnizada decidieron volver marcha atrás unos
200 km y establecer la frontera en el río Maule, dejando sabiamiente ese
territorio como amortiguador frente al ímpetu de los mapuche.
Pero a los pikunche no les
pareció tan malo ser vasallos. Se adaptaron a la servidumbre que les impuso el
inka y supongo que deben haber sentido algún tipo de orgullo al "formar
parte" del Imperio. Adoptaron palabras de los inkas, olvidando las propias:
guata, guagua, chacra, etc. Los inkas trajeron colonos, que deben haber actuado
como "dueños de fundo".
La
Invasión Española
A comienzos del siglo XVI de la
Era Común se produjo la invasión española. Inicialmente se trató de la
expedición de Diego de Almagro, numerosa y bien apretrechada, que buscaba los
tesoros de un "segundo Perú" en estos pobres territorios. Almagro no
encontró resistencia. Sólo una partida de exploración sostuvo una batalla que
merece ese nombre en las cercanías de la confluncia de los ríos Ñuble e Itata,
en Reinowelén, esto es, fuera del territorio mapuche. Según Encina, el
territorio entre el Maule y el Bío Bío estuvo habitado por los
"promaucaes", quizá un pueblo mestizo de pikunche y mapuche.
La segunda ola de españoles fue
conducida por Pedro de Valdivia. Su objetivo estratégico no consistía en
apoderarse de riquezas fáciles sino de expandir las fronteras del Imperio
español hasta el estrecho de Magallanes, y "plus ultra", tal vez
hasta el Polo Sur.
Fundó la primera ciudad (Santiago)
a una distancia suficiente de los rebeldes mapuche, como base y trampolín para
saltar más al sur. No olvidemos que Valdivia llegó al Mapocho en Diciembre de
1540 y recién fundó la ciudad dos meses después, es decir, tuvo tiempo (dos
meses de verano) para explorar el territorio. La segunda ciudad fundada (La
Serena) aseguraba la ruta terrestre con las bases peruanas y la tercera ciudad
(Concepción) estaba en la misma frontera del territorio mapuche, como una
cabeza de puente. Avanzó más al sur, fundó numerosas ciudades, pero todas
excepto Valdivia (en territorio williche y por lo tanto en zona sin
resistencia) debieron ser despobladas. La brava resistencia mapuche obligó al
orgulloso español a mantenerse en la frontera natural escogida por el enemigo.
El
Español
Nicolás Palacios, en su
"Raza Chilena", señala y muestra argumentos que indican que una
proporción importante, quizás mayoritaria, de los españoles llegados a Chile
entre 1540 y 1598 eran de ascendencia germánica, principalmente visigodos. Lo anterior
estaría confirmado por el carácter voluntario que tenía el servicio de la
guerra de Arauco, que atraía sólo a aquellos hombres que tenían como ideales el
valor, el honor, la lealtad y el sentido del deber, acordes con la identidad
germánica y no con la mediterránea. Los guerreros españoles de origen
visigótico habrían venido a Chile atraídos por una guerra interminable, de
caracteres épicos, pero no trajeron a sus mujeres, apareándose con las
indígenas con tal ímpetu que los sacerdotes católicos informaban a sus
superiores que "se hacía un mayor servicio a la religión creando nuevos
cristianos que el pecado que ello conllevaba". Francisco de Aguirre,
refundador de La Serena, reconoció 50 hijos. Así nació el pueblo chileno.
El
Error De Palacios
Palacios señala que el chileno
es visigótico-araucano. Sin embargo, es imposible que el núcleo principal de la
población chilena haya tenido origen en un territorio en guerra permanente. Lo
verosímil es que el mestizaje se haya producido en territorio pacífico, donde los
veteranos de la guerra (¿mayores de 30 años?) recibieron territorios en pago a
sus sacrificios, mientras las nuevas generaciones, de guerreros más jóvenes,
seguían hacia el sur.
Pero ese territorio se
encontraba al norte del Bío Bío, es decir, en territorio pikunche. (¿Habrá que repetir que los
pikunche apenas resistieron a los españoles, a los que combatieron una sola
vez, mediante el artero ataque de Michimalonko a Santiago, siendo este
derrotado por una mujer (Inés Suárez), tras lo cual volvieron a ser vasallos,
cambiando de amo?).
En consecuencia, el núcleo del
pueblo chileno fue español-pikunche, y en cierta proporción
visigótico-pikunche. Que cada uno haga las deducciones que de aquí se infieren. Podemos sentir admiración de la
valentía del mapuche pero, ¿qué podríamos sentir hacia los pikunche?
Después
De 1598
En 1598 Alonso de Ribera crea
el ejército permanente, lo que implica el grave hecho (desde una perspectiva
racial) del término de las huestes voluntarias. Ahora el servicio de las armas
se transformaba en un asunto del Estado, una función fiscal, un empleo. Las
nuevas corrientes de sangre española fresca ya no podían ser atraídas por el
honor, el valor, el sentido del deber o la lealtad. Chile dejaba de atraer a
los visigodos. Sus descendientes mestizos, cruzados con una raza cobarde y
vasalla, se seguían multiplicando en los campos, mientras que los nuevos
españoles, funcionarios, comerciantes (empresarios, diríamos hoy) comenzaban a
asentarse en las zonas "bien" de las ciudades.
El
Pueblo Chileno
Algo en lo que no se ha
reparado concierne a las proporciones de visigodos y pikunches que dieron
origen al pueblo chileno. Sólo un iluso podría creer que se encuentran en
proporciones similares. Los españoles de origen visigodo deben haber sido
notoriamente menos numerosos que los pikunche, y la perpetuación de un grupo
étnico mestizo predominantemente blanco se habrá debido a una discriminación
racial instintiva. Pero ante el número mucho mayor de los pikunche,
inevitablemente esta etnia se iría diluyendo.
Cuando se produjo la guerra del
Pacífico, las crónicas cuentan que los escolares escapaban de hogares y
colegios para enrolarse voluntarios en el Ejército. No está muy claro que los
latifundistas vieran con buenos ojos la partida de sus peones, por lo que
podemos suponer que los habitantes de las ciudades fueron a engrosar las poco
pobladas filas del ejército, pasando de 1.500 hombres del Ejército de Línea (de
carácter permanente, formado por veteranos de la guerrilla en Arauco) a unos 20.000
voluntarios tras la ocupación de Lima, en menos de dos años.
Esos voluntarios, sin duda,
fueron aquellos en los que la sangre visigótica estaba menos diluida.
El
Fin De La Guerra
Ya no hubo más guerras. El
chileno visigótico se fue diluyendo frente a la marea pikunche. Entre sus artes
no estaba el comercio, que fue quedando en manos de otros especímenes que
llegaron después que estaba asegurada la calma en este territorio. ¿Cuántos
empresarios de hoy llevan los apellidos de los primeros conquistadores?
Los chilenos visigóticos se
fueron refugiando en su propio ghetto sin murallas, que se llama la "clase
media". Arriba están los blancos no germánicos, buenos para ganar plata;
abajo están los pikunche, sin plata. Ambas clases sociales (ricos y pobres) se
reproducen mucho más que la clase media. Los ricos tienen mucho que repartir a
sus hijos; los pobres no tienen nada que repartir, así que da lo mismo tener
más y más hijos. Sólo la clase media debe hacer sacrificios y pensar
detenidamente si se puede tener más de un hijo, qué decir más de dos, con lo
que se asiste a la extinción de este grupo.
Nosotros
Han pasado generaciones y
generaciones. El instinto de selección racial, expresado en el sentido de la
belleza, pues lo bello es lo semejante a uno mismo, ha sido minado por una
política de base materialista-economicista, donde escalar posiciones sociales
tiene más importancia que hacer hijos bellos, fuertes, duros, puros y seguros.
El chileno de origen visigótico
se va extinguiendo. Nosotros, nacionalsocialistas, somos aún conscientes de
ello y de nuestros orígenes. Por eso nuestra alma entra en resonancia con los
valores germánicos. Nuestra diluida sangre (una afortunada combinación de genes
manifestados) nos permite escribir y leer estas palabras.
Al menos hasta hoy.
3 comentarios:
Estimado; Lo primero que encendió mi atención, es que es un texto bastante breve y generalizado para abordar una temática de la envergadura que señala el título. Tampoco se usan fuentes especializadas, solo se parafrasean algunos autores, por lo que debí descartar de antemano analizarlo con todas las reglas aplicables a un trabajo científico-profesional. Ahora supongo que el autor del texto, trató de crear un ensayo corto y dirigible a todo público, para abordar ciertos puntos centrales, tratando de defender una determinada postura. Vamos a analizar por partes:
Sobre el fragmento “Antes de la llegada de los españoles”
El autor erra al hacer una clasificación de tres grupos étnicos; los Picunche, Mapuche y Huiliche. No menciona el grupo pehuenche, ni a los huaicoche.
Si bien es cierto que habían diferencias étnicas y posiblemente notorias -por testimonios de varios cronistas españoles-, no hay que confiarse mucho en la palabra de Encina, pues si bien acierta en muchas temáticas, como aficionado a la historia, en otras plantea ideas extravagantes, como por ejemplo, atribuir una razón racial hispánico-tradicional al conflicto entre el presidente Montt (De origen catalán) y la aristocracia chilena (Castellano-vasca).
La hipótesis de la invasión mapuche desde la pampa argentina ha sido ampliamente descartada según nuevos estudios (el autor no hace mención a Latchman para defender su teoría), de hecho la teoría autóctonista ha ido tomando peso gracias a los avances genéticos, pues no se ha comprobado parentesco entre los grupos mapuche y otros de la amazonia o la Patagonia. Además de nuevos hallazgos arqueológicos que obligan a reestudiar continuamente la historia prehispánica de Chile. (Hay misteriosos restos humanos en Valdivia y Puerto Montt, de miles de años y sobre los que no se ha podido determinar un origen claro).
El último fragmento que trata de explicar una definición de ciertos vocablos mapuche, es una total aberración. Los pueblos del sur del centro y del sur, atribuían sus denominaciones a cuestiones puramente de ubicación territorial, con cierto orden administrativo.
Sobre el fragmento “La invasión inka”
Efectivamente los picunche opusieron resistencia, al igual que otros pueblos nortinos “no-mapuche” como los diaguitas, no obstante estos al poseer cierto desarrollo cultural de agricultura, sintieron que su forma de vida era completamente adaptable a la impuesta por el imperio.
Los pueblos del sur, como todos los que pusieron mayor resistencia, tenían un sistema de vida más rústico, eran principalmente recolectores y cazadores, teniendo en cuenta que su cultura era totalmente incompatible con cualquier imposición de “trabajo obligado” o pago de tributo, lo que era visto como propio de las mujeres y por tanto una aberración intolerable según explica el historiador Sergio Villalobos. Este sentimiento impulsaba a la resistencia.
El tema de los colonos inkas que actúan como patrones de fundo no concuerda con el sistema administrativo del imperio de Tahuantinsuyo. Los Incas colocaban como centinelas a jefes de los mismos pueblos “civilizados”. Por ejemplo el mismo michimalonco picunche era un centinela leal a los incas.
Sobre el fragmento “invasión española”
Decir que los promaucaes son una mezcla de picunche y mapuche, es otra aberración. El término promaucaes es puramente terminológico, propio del quechua para referirse a todos los pueblos que habitaban más allá de sus dominios.
¿De dónde sacó el autor que la ciudad de Valdivia jamás fue despoblada argumentando que se debió a presencia huiliche? Valdivia fue completamente destruida 1598 producto de la gran sublevación de los indígenas araucanos.
Sobre el fragmento “el español”
Defender el origen visigodo de los conquistadores utilizando a Palacios, es bastante discutible, así como también caer en la falacia de atribuir virtudes a este linaje diciendo que no son propias de los mediterráneos ¿? Los mediterráneos son descendientes de varios de los pueblos guerreros y de las culturas más ricas de Occidente. Si bien es cierto que varios de los primeros españoles pudieron ser visigodos, gran parte no lo era, y hoy lo sabemos gracias a historiadores serios (Como Villalobos) que han entregado pruebas fehacientes de que la mayoría de los conquistadores provenían de Castilla y Andalucía. Lo verdadero es que en la conquista de Chile, no hubo jamás una política de colonialismo, por lo que el mestizaje fue masivo. Varios españoles se casaron con mujeres indígenas como cuenta el cronista de la época Jerónimo de Vivar.
Sobre el fragmento “El error de Palacios”
Lo que se conoce como estado de “guerra permanente” es probablemente un mito. Lo que se dio en la famosa frontera del Biobío, fue un proceso de transculturización, incluso de comercio y amistad, no por nada se aplicaron los conceptos de “indio-amigo” y “español-amigo”. Hubo revueltas momentáneas, malones y campeadas, pero no una guerra de siglos, por el contrario, en esta vida fronteriza se producirá un mestizaje masivo, al punto que a comienzos del siglo XVIII, los mestizos ya eran una amplia mayoría en Chile.
Sobre el fragmento “Después de 1598”
Alonso de Ribera es el primero en crear un ejército verdaderamente profesional, recordemos que anteriormente solo había huestes de aventureros. Decir que con esto, llegaron a Chile españoles “no-visigodos” y por tanto se “arruinó” la raza, es descabellado. La mayoría de los españoles que formaban el ejército profesional eran de buen origen (No cualquier linaje podía ser soldado de alto rango), muchos eran descendientes de caballeros con reconocidos escudos de armas. Sin embargo la guerra ofensiva de Ribera fue un absoluto fracaso.
Sobre el fragmento “El pueblo chileno”
El pueblo chileno moderno, no surge de visigodos y picunches, sino de los más variados elementos europoides e indígenas.
Sobre lo referido a la guerra del pacífico, la mayoría de los participantes efectivamente fueron chilenos del bajo pueblo, no solo campesinos, sino también mineros y porteños, esos mestizos homogenizados sedientos de sangre y de ojos endemoniados, bárbaros hijos de españoles y araucanos, miembro de una “raza diabólica” de los que hablaban despectivamente los periódicos peruanos de la época. Prueba de esto, podemos ver en los testimonios de varios chilenos participantes; por ejemplo Arturo Benavides Santos y Hipólito Gutiérrez.
Sobre el fragmento “El fin de la guerra”
¿Los visigodos conformando la clase media chilena? La clase media chilena está conformada por variados elementos; principalmente mestizos-castizos europoides-indígenas de múltiples orígenes. Al autor se le olvida mencionar además, la masiva oleada de inmigrantes europeos durante los siglos XVII, XVIII, XIX y XX (Miles y miles) sobre todo de europeos provenientes de varias provincias de España. A estos Palacios los definió como latinos.
El autor tampoco menciona que el origen de lo que se conoce como aristocracia chilena es castellano-vasco, de ahí apellidos como Echaurren, Eyzaguirre, Ortuzar, Subercaseaux, Larraín, entre muchos otros. Posteriormente a esta “aristocracia” ingresaron variados elementos étnicos, desde italianos, ingleses, alemanes hasta árabes y judíos.
En la araucanía aún existen fuertes vestigios de lo que puede decir es “visigodo”, por ejemplo abundan personas con nombres como “hydia”, “ninfa”, “Rodolfo”, “Godofredo”, “Moraima”, “Conrado”, etc, pues es paradoja que la araucanía no esté poblada en su mayoría por mapuches. También es paradoja que aquellos que se identifican con la cultura mapuche, solo sean mapuches en parte, pues muchos poseen apellidos españoles e incluso aspecto Cáucaso. De ahí que el polémico Sergio Villalobos diga que los araucanos auténticos habrían desaparecido en medio de la ola de mestizaje.
Sobre el fragmento “nosotros”
Omito comentarios. Es un romanticismo reivindicativo. A mi parecer el pueblo chileno moderno es un producto que nace del choque entre el mundo Europeo y Americano, con todo lo que ello significa. Es un pueblo encerrado entre cordilleras, el mar, el desierto y los hielos, y que por su aislamiento ha adquirido varios rasgos culturales y biológicos que le son típicos, a pesar de ser un pueblo joven. “La tierra conquista al conquistador” decía Jung. Al momento en que los pueblos interactúan en el presente eterno con su entorno existencial, pueden “ser-ahí”, esto lo definió Heidegger como “Dasein”. Creo queda la titánica de definir el dasein de Chile.
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