jueves, 31 de mayo de 2012

La Travesía de una Flecha





Por Augusto Bleda



El camino para nuestra liberación, para la liberación del hombre. Aquel hombre que no quiere pertenecer al rebaño obediente al consumo. Aquel hombre que entrega su vida por ser más que un número, más que un cliente, más que un voto. Por buscar algo que vaya más allá de la vida miserable para la que nos educaron. Estudiar, trabajar, consumir, morir. ¿A eso le llaman vida?

Veámonos de frente, sabemos muy bien que tan aparte vivimos del resto. No queremos vivir pendientes del dinero. No queremos trabajar en trabajos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. No queremos ser lustrabotas del sistema para obtener un par de horas de soledad frente a un televisor y a eso llamarle bienestar. Queremos ser libres, para ser nosotros mismos, para construir la vida que queremos. Lejos de esta cárcel del materialismo, la ciudad capitalista. Lejos de todas las ideologías y las modas, lejos de la política que más que liberar nos encadena a promesas que siempre se posponen. 

Queremos nuestro poder hoy, nuestra voluntad de poder, es por eso que descreemos del estado y sus mentiras, y buscamos nuestro lugar en el mundo. Nuestra vía es una Guerra Espiritual. Nuestra liberación es la travesía de una Flecha en la Eternidad. Ella nos apunta y nos dice: Hagan la revolución, la revolución de los mejores, es hora de que muera lo viejo, y viva lo eterno. Es hora de ser el camino, el andar y la meta. Es la hora de las afirmaciones absolutas: un sí, un no, una línea recta, una meta. Que el hombre sea algo que debe ser superado, será siempre, nuestra más alta esperanza
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