viernes, 12 de octubre de 2012

Homenaje al 12 de Octubre





Por Juan Domingo Perón

No me consideraría con derecho a levantar mi voz en el solemne día que se festeja la gloria de España, si mis palabras tuvieran que ser tan sólo halago de circunstancias o simple ropaje que vistiera una conveniencia ocasional. Me veo impulsado a expresar mis sentimientos porque tengo la firme convicción de que las corrientes de egoísmo y las encrucijadas de odio que parecen disputarse la hegemonía del orbe, serán sobrepasadas por el triunfo del espíritu que ha sido capaz de dar vida cristiana y sabor de eternidad al nuevo Mundo.

No me atrevería a llevar mi voz a los pueblos que, junto con el nuestro, formamos la Comunidad Hispánica, para realizar tan sólo una conmemoración protocolar del Día de la Raza. Únicamente puede justificarse el que rompa mi silencio, la exaltación de nuestro espíritu ante la contemplación reflexiva de la influencia que, para sacar al mundo del caos que se debate, puede ejercer el tesoro espiritual que encierra la titánica obra cervantina, suma y compendio apasionado y brillante del inmortal genio de España.

Espíritu contra utilitarismo

Al impulso ciego de la fuerza, al impulso frío del dinero, la Argentina, coheredera de la espiritualidad hispánica, opone la supremacía vivificante del espíritu.

En medio de un mundo en crisis y de una humanidad que vive acongojada por las consecuencias de la última tragedia e inquieta por la hecatombe que presiente; en medio de la confusión de las pasiones que restallan sobre las conciencias, la Argentina, la isla de paz, deliberada y voluntariamente, se hace presente en este día para rendir cumplido homenaje al hombre cuya figura y obra constituyen la expresión más acabada del genio y la grandeza de la raza.

Y a través de la figura y de la obra de Cervantes va el homenaje argentino a la Patria Madre, fecunda, civilizadora, eterna, y a todos los pueblos que han salido de su maternal regazo.

Por eso estamos aquí, en esta ceremonia que tiene la jerarquía de símbolo. Porque recordar a Cervantes es reverenciar a la madre España; es sentirse más unidos que nunca a los demás pueblos que descienden legítimamente de tan noble tronco; es afirmar la existencia de una comunidad cultural hispanoamericana de la que somos parte y de una continuidad histórica que tiene en la raza su expresión objetiva más digna, y en el Quijote la manifestación viva y perenne de sus ideales, de sus virtudes y de su cultura; es expresar el convencimiento de que el alto espíritu señoril y cristiano que inspira la Hispanidad iluminará al mundo cuando se disipen las nieblas de los odios y de los egoísmos. Por eso rendimos aquí el doble homenaje a Cervantes y a la Raza.

Homenaje, en primer lugar, al grande hombre que legó a la humanidad una obra inmortal, la más perfecta que en su género haya sido escrita, código del honor y breviario del caballero, pozo de sabiduría y, por los siglos, de los siglos, espejo y paradigma de su raza.

Destino maravilloso el de Cervantes que, al escribir el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha , descubre en el mundo nuevo de su novela, con el gran fondo de la naturaleza filosófica, el encuentro cortés y la unión entrañable de un idealismo que no acaba y de un realismo que se sustenta en la tierra. Y además caridad y amor a la justicia, que entraron en el corazón mismo de América; y son ya los siglos los que muestra, en el laberinto dramático que es esta hora del mundo, que siempre triunfa aquella concepción clara del riesgo por el bien y la ventura de todo afán justiciero. El saber “jugarse entero” de nuestros gauchos es la empresa que ostentan orgullosamente los “quijotes de nuestras pampas”.
En segundo lugar, sea nuestro homenaje a la raza a que pertenecemos.

La raza: superación de nuestro destino

Para nosotros, la raza no es un concepto biológico. Para nosotros es algo puramente espiritual. Constituye una suma de imponderables que hace que nosotros seamos lo que somos y nos impulsa a ser lo que debemos ser, por nuestro origen y nuestro destino. Ella es lo que nos aparta de caer en el remedo de otras comunidades cuyas esencias son extrañas a la nuestra, pero a las que con cristiana caridad aspiramos a comprender y respetamos. Para nosotros, la raza constituye nuestro sello personal, indefinible e inconfundible. Para nosotros los latinos, la raza es un estilo. Un estilo de vida que nos enseña a saber vivir practicando el bien y a saber morir con dignidad.

Nuestro homenaje a la madre España constituye también una adhesión a la cultura occidental.

Porque España aportó al occidente la más valiosa de las contribuciones: el descubrimiento y la colonización de un nuevo mundo ganado para la causa de la cultura occidental.
Su obra civilizadora cumplida en tierras de América no tiene parangón en la Historia. Es única en el mundo. Constituye su más calificado blasón y es la mejor ejecutoria de la raza, porque toda la obra civilizadora es un rosario de heroísmos, de sacrificios y de ejemplares renunciamientos.

Su empresa tuvo el sino de una auténtica misión. Ella no vino a las Indias ávida de ganancias y dispuesta a volver la espalda y marcharse una vez exprimido y saboreado el fruto. Llegaba para que fuera cumplida y hermosa realidad el mandato póstumo de la Reina Isabel de “atraer a los pueblos de Indias y convertirlos al servicio de Dios”. Traía para ello la buena nueva de la verdad revelada, expresada en el idioma más hermoso de la tierra. Venía para que esos pueblos se organizaran bajo el imperio del derecho y vivieran pacíficamente. No aspiraban a destruir al indio sino a ganarlo para la fe y dignificarlo como ser humano...

Era un puñado de héroes, de soñadores desbordantes de fe. Venían a enfrentar a lo desconocido; ni el desierto, ni la selva con sus mil especies donde la muerte aguardaba el paso del conquistador en el escenario de una tierra inmensa, misteriosa, ignorada y hostil.

Nada los detuvo en su empresa; ni la sed, ni el hambre, ni las epidemias que asolaban sus huestes; ni el desierto con su monótono desamparo, ni la montaña que les cerraba el paso, ni la selva con sus mil especies de oscuras y desconocidas muertes. A todo se sobrepusieron. Y es ahí, precisamente, en los momentos más difíciles, en los que se los ve más grandes, más serenamente dueños de sí mismos, más conscientes de su destino, porque en ellos parecía haberse hecho alma y figura la verdad irrefutable de que “es el fuerte el que crea los acontecimientos y el débil el que sufre la suerte que le impone el destino”. Pero en los conquistadores pareciera que el destino era trazado por el impulso de su férrea voluntad.

América: empresa de héroes

Como no podía ocurrir de otra manera, su empresa fue desprestigiada por sus enemigos, y su epopeya objeto de escarnio, pasto de la intriga y blanco de la calumnia, juzgándose con criterio de mercaderes lo que había sido una empresa de héroes. Todas las armas fueron probadas: se recurrió a la mentira, se tergiversó cuanto se había hecho, se tejió en torno suyo una leyenda plagada de infundios y se la propaló a los cuatro vientos.

Y todo, con un propósito avieso. Porque la difusión de la leyenda negra, que ha pulverizado la crítica histórica serie y desapasionado, interesaba doblemente a los aprovechados detractores. Por una parte, les servía para echar un baldón a la cultura heredada por la comunidad de los pueblos hermanos que constituimos Hispanoamérica.

Por la otra procuraba fomentar así, en nosotros, una inferioridad espiritual propicia a sus fines imperialistas, cuyas asalariados y encumbradísimos voceros repetían, por encargo, el ominoso estribillo cuya remunerada difusión corría por cuenta de los llamados órganos de información nacional. Este estribillo ha sido el de nuestra incapacidad para manejar nuestra economía e intereses, y la conveniencia de que nos dirigieran administradores de otra cultura y de otra raza. Doble agravio se nos infería; aparte de ser una mentira, era una indignidad y una ofensa a nuestro decoro de pueblos soberanos y libres.

España, nuevo Prometeo, fue así amarrada durante siglos a la roca de la Historia. Pero lo que no se pudo hacer fue silenciar su obra, ni disminuir la magnitud de su empresa que ha quedado como magnífico aporte a la cultura occidental.

Allí están, como prueba fehaciente, las cúpulas de las iglesias asomando en las ciudades fundada por ella; allí sus leyes de Indias, modelo de ecuanimidad, sabiduría y justicia; sus universidades; su preocupación por la cultura, porque “conviene –según se lee en la Nueva Recopilación. Que nuestros vasallos, súbditos y naturales, tengan en los reinos de Indias, universidades y estudios generales donde sean instruidos y graduados en todas ciencias y facultades, y por el mucho amor y voluntad que tenemos de honrar y favorecer a los de nuestras Indias y desterrar de ellas las tinieblas de la ignorancia y del error, se crean Universidades gozando los que fueren graduados en ellas de las libertades y franquezas de que gozan en estos reinos los que se gradúan en Salamanca”.

Su celo por difundir la verdad revelada porque –como también dice la Recopilación- “teniéndonos por más obligados que ningún otro príncipe del mundo a procurar el servicio de Dios y la gloria de su santo nombre y emplear todas las fuerzas y el poder que nos ha dado, en trabajar que sea conocido y adorado en todo el mundo por verdadero Dios como lo es, felizmente hemos conseguido traer al gremio de la Santa Iglesia Católica las innumerables gentes y naciones que habitan las Indias occidentales, isla y tierra firme del mar océano”.

España levantó, edificó universidades, difundió la cultura, formó hombres, e hizo mucho más; fundió y confundió su sangre con América y signó a sus hijas con un sello que las hace, si bien distintas a la madre en su forma y apariencias, iguales a ella en su esencia y naturaleza. Incorporó a la suya la expresión de un aporte fuerte y desbordante de vida que remozaba a la cultura occidental con el ímpetu de una energía nueva.

Y si bien hubo yerros, no olvidemos que esa empresa, cuyo cometido la antigüedad clásica hubiera discernido a los dioses, fue aquí cumplida por hombres, por un puñado de hombres que no eran dioses aunque los impulsara, es cierto, el soplo divino de una fe que los hacía creados a la imagen y semejanza de Dios.

España rediviva en el criollo Quijote

Son hombres y mujeres de esa raza los que en heroica comunión rechazan, en 1806, al extranjero invasor, y el hidalgo jefe que obtenida la victoria amenaza con “pena de la vida al que los insulte”. Es gajo de ese tronco el pueblo que en mayo de 1810 asume la revolución recién nacida; esa sangre de esa sangre la que vence gloriosamente en Tucumán y Salta y cae con honor en Vilcapugio y Ayohuma; es la que anima el corazón de los montoneros; es la que bulle en el espíritu levantisco e indómito de los caudillos; es la que enciende a los hombres que en 1816 proclaman a la faz del mundo nuestra independencia política; es la que agitada corre por las venas de esa raza de titanes que cruzan las ásperas y desoladas montañas de los Andes, conducidas por un héroe en una marcha que tiene la majestad de un friso griego; es la que ordena a los hombres que forjaron la unidad nacional, y la que aliente a los que organizaron la República ; es la que se derramó generosamente cuantas veces fue necesario para defender la soberanía y la dignidad del país; es la misma que moviera al pueblo a reaccionar sin jactancia pero con irreductible firmeza cuando cualquiera osó inmiscuirse en asuntos que no le incumbían y que correspondía solamente a la nación resolverlos; de esa raza es el pueblo que lanzó su anatema a quienes no fueron celosos custodios de su soberanía, y con razón, porque sabe, y la verdad lo asiste, que cuando un Estado no es dueño de sus actos, de sus decisiones, de su futuro y de su destino, la vida no vale la pena de ser allí vivida; de esa raza es ese pueblo, este pueblo nuestro, sangre de nuestra sangre y carne de nuestra carne, heroico y abnegado pueblo, virtuoso y digno, altivo sin alardes y lleno de intuitiva sabiduría, que pacífico y laborioso en su diaria jornada se juega sin alardes la vida con naturalidad de soldado, cuando una causa noble así lo requiere, y lo hace con generosidad de Quijote, ya desde el anónimo y oscuro foso de una trinchera o asumiendo en defensa de sus ideales el papel de primer protagonista en el escenario turbulento de las calles de una ciudad.

Señores:

La historia, la religión y el idioma nos sitúan en el mapa de la cultura occidental y latina, a través de su vertiente hispánica, en la que el heroísmo y la nobleza, el ascetismo y la espiritualidad, alcanzan sus más sublimes proporciones. El Día de la Raza , instituido por el Presidente Yrigoyen, perpetúa en magníficos términos el sentido de esta filiación. “ La España descubridora y conquistadora –dice el decreto-, volcó sobre el continente enigmático y magnífico el valor de sus guerreros, el denuedo de sus exploradores, la fe de sus sacerdotes, el preceptismo de sus sabios, las labores de sus menestrales y con la aleación de todos estos factores, obró el milagro de conquistar para la civilización la inmensa heredad en que hoy florecen las naciones a las cuales ha dado, con la levadura de su sangre y con la armonía de su lengua, una herencia inmortal que debemos de afirmar y de mantener con jubiloso reconocimiento”.

Porvenir enraizado en el pasado

Si la América olvidara la tradición que enriquece su alma, rompiera sus vínculos con la latinidad, se evadiera del cuadro humanista que le demarca el catolicismo y negara a España, quedaría instantáneamente baldía de coherencia y sus ideas carecerían de validez. Ya lo dijo Menéndez y Pelayo: “Donde no se conserva piadosamente la herencia de lo pasado, pobre o rica, grande o pequeña, no esperemos que brote un pensamiento original, ni una idea dominadora”. Y situado en las antípodas de su pensamiento, Renán afirmó que “le verdadero hombre de progreso es el que tiene los pies enraizados en el pasado”.

El sentido misional de la cultura hispánica, que catequistas y guerreros introdujeron en la geografía espiritual del Nuevo Mundo, es valor incorporada y absorbido por nuestra cultura, lo que ha suscitado una comunidad de ideas e ideales, valores y creencias, a la que debemos preservar de cuantos elementos exóticos pretenden mancillarla. Comprender esta imposición del destino, es el primordial deber de aquellos a quienes la voluntad pública o el prestigio de sus labores intelectuales, les habilita para influir en el proceso mental de las muchedumbres. Por mi parte, me he esforzado en resguardar las formas típicas de la cultura a que pertenecemos, trazándome un plan de acción del que pude decir –el 24 de noviembre de 1944- que “tiene, ante todo, a cambiar la concepción materialista de la vida por una exaltación de los valores espirituales”.

Precisamente esa oposición, esa contraposición entre materialismo y espiritualidad, constituye la ciencia del Quijote. O más propiamente representa la exaltación del idealismo, refrenado por la realidad del sentido común.

De ahí la universalidad de Cervantes, a quien, sin embargo, es precio identificar como genio auténticamente español, mal que no puede concebirse como no sea en España.

Esta solemne sesión, que la Academia Argentina de Letras ha querido poner bajo la advocación del genio máximo del idioma en el IV Centenario de su nacimiento, traduce –a mi modo de ver- la decidida voluntad argentina de reencontrar las rutas tradicionales en las que la concepción del mundo y de la persona humana, se origina en la honda espiritualidad grecolatina y en la ascética grandeza ibérica y cristiana.

Para participar en ese acto, he preferido traer, antes que una exposición académica sobre la inmortal figura de Cervantes, palpitación humana, su honda vivencia espiritual y su suprema gracia hispánica. En su vida y en su obra personifica la más alta expresión de las virtudes que nos incumbe resguardar.

Resurrección del Quijote

Mientras unos soñaban y otros seguían amodorrados en su incredulidad, fue gestándose la tremenda subversión social que hoy vivimos y se preparó la crisis de las estructuras políticas tradicionales. La revolución social de Eurasia ha ido extendiéndose hacia Occidente, y los cimientos de los países latinos del Oeste europea crujen ante la proximidad de exóticos carros de guerra. Por los Andes asoman su cabeza pretendidos profetas, a sueldo de un mundo que abomina de nuestra civilización, y otra trágica paradoja parece cernirse sobre América al oírse voces que, con la excusa de defender los principios de la Democracia (aunque en el fondo quieren proteger los privilegios del capitalismo), permitan el entronizamiento de una nueva y sangrienta Tiranía.

Como miembros de la comunidad occidental, no podemos substraernos a un problema que de no resolverlo con acierto, puede derrumbar un patrimonio espiritual acumulado durante siglos. Hoy, más que nunca, debe resucitar Don Quijote y abrirse el sepulcro del Cid Campeador.

viernes, 5 de octubre de 2012

CHILE será arrasado por las transnacionales, no por los terremotos





Por Mario Briones R.


El Ministro de Minería estaba feliz cuando anunció que el incremento de las inversiones mineras proyectadas para el periodo comprendido entre el 2012 y 2018 demandará la incorporación de alrededor de 80.000 nuevos trabajadores, entre profesionales, técnicos y operarios, lo que supondrá un total de 290.000 empleos directos en la minería en el 2018.
La inversión esperada se estima en US$ 91.400 millones de dólares. Para que Ud. tenga una real dimensión de lo que significa esta cifra, les puedo decir que son suficientes para cubrir 3 veces los daños del terremoto del 27 Febrero de Chile y aún sobrarían dólares.
Fantástico, maravilloso dirá Ud., pero… ¿Por qué tanto interés en invertir en la minería de Chile?
Muy simple señor, ponga atención por favor, es gratis. Vea Ud. algunas de las facilidades para los inversionistas.
1.- Se trata de una “concesión plena”. La empresa explotadora es dueña absoluta del mineral, hasta su total agotamiento y es prácticamente inexpropiable, tendría que pagarse el valor de la tierra, gracias a la astucia del Sr. José Piñera y su Ley Minera.

2.- Para producir cobre y mayor aún si se trata de oro, se necesita abundante agua, un promedio de 8 a 9 metros cúbicos por cada tonelada, en el caso del cobre fino, la cual será gratuita. Se puede encontrar fácilmente en pozos cordilleranos subterráneos, cercanos a los yacimientos. La Ley Minera, dice, “Artículo 110.- El titular de concesión minera tiene, por el solo ministerio de la ley, el derecho de aprovechamiento de las aguas halladas en las labores de su concesión, en la medida en que tales aguas sean necesarias para los trabajos de exploración, de explotación y de beneficio que pueda realizar, según la especie de concesión de que se trate. Estos derechos son inseparables de la concesión minera y se extinguirán con ésta.”
3.- La “depreciación acelerada”, es otra “ayudita”, es decir, Ud. puede internar toda la maquinaria que desee y divide el tiempo real de uso en 3, es decir, si un camión minero dura normalmente 15 años, debe amortizarse en 15 años, ahora lo pueden amortizar en 5 años, lo que aumenta el cargo a gastos, deduciendo obviamente las utilidades.
4.- No se moleste en agregar valor al producto, porque puede fundir y refinar el mineral que quiera en su país o en cualquier país del extranjero que le plazca.
5.- El Servicio de Impuestos Internos no tiene un departamento altamente especializado, pese a que somos un país minero, para revisar los precios de transferencia entre empresas relacionadas. Difícilmente revisarán la contabilidad y pueden cargar a gastos lo que se les ocurra, los viajes al extranjero, las boletas, facturas, documentos, contratos, menos si están en inglés. Ud puede deducir de impuestos el flete del transporte y los costos de fundición, entre otros gastos asociados, rebajándolos por supuesto de los impuestos.

6.- Si la empresa se lleva el cobre como concentrado lo embarca como tal y dentro del concentrado se llevan el oro, plata, níquel, molibdeno y el azufre. Todo gratis, La Polar es una alpargata al lado de este negocio.

7.- La sindicalización en Chile es de apenas el 12 % del mundo laboral, casi el más bajo del continente y si Ud. tiene problemas con los sindicatos y las huelgas, tenemos el “Gope” el Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros que demuele a palos, bombas y agua a cualquier dirigente que se pare en las hilachas.

8.- Chile es un paraíso tributario para las grandes transnacionales del cobre. Las reglas del nuevo “IEM”, Impuesto Específico a la Minería que rige hasta el 2023, eleva la tasa actual que pagan las mineras de 4 ó 5% a una de 4 a 9%. Eso, entre 2010 y 2012. Luego, en 2013, se vuelve al esquema inicial, para elevar nuevamente la tasa a contar de 2018 y hasta 2023. Eso, en un rango de 5 a 14%, según el margen operacional de la compañía. Como incentivo, la ley define una invariabilidad tributaria que se extiende hasta el año 2023. Es fantástico, ni el narcotráfico tiene estas facilidades.
9.- Tenemos una amplia gama de juristas como el ex presidente de la Corte Suprema, Juan Colombo, ex presidente del Tribunal Constitucional, José Luis Cea Egaña, ex presidente del Tribunal Constitucional, Enrique Silva Cimma, ex contralor general de la República, Enrique Cury Urzúa, ex ministro de la Excma Corte Suprema, Rene Abeliuk Manasevich, profesor y tratadista de Derecho Civil,Jorge Correa Sutil, ex ministro del Tribunal Constitucional, Davor Harasic Y., profesor de Derecho Procesal, Juan Agustín Figueroa, ex ministro del Tribunal Constitucional , Humberto Nogueira Alcalá, destacado constitucionalista, Juan Carlos Marín, profesor de Derecho procesal, Lautaro Ríos ex integrante del Tribunal Constitucional, Miguel Amunátegui, ex integrante del Tribunal Constitucional yPatricio Zapata Larraín, profesor de Derecho Constitucional, que respaldan la posición de Anglo American, por lo tanto en Chile existen todas las garantías, al máximo nivel jurídico como nación, para respaldar a las transnacionales.

10.- Las transnacionales y los grandes grupos chilenos cuentan con la asesoría de las principales consultoras tributarias del mundo (Ernst & Young, Price Waterhouse), y de abogados con postgrados en planificación tributaria, un área que se ha desarrollado fuertemente en los últimos diez años y cuyo principal objetivo es “optimizar la carga impositiva”.
¿Para qué necesita Chile duplicar su capacidad eléctrica?
Para regalársela a la gran minería y a las transnacionales proporcionando una energía barata subsidiada por todos los chilenos que debemos pagar un alto costo por el consumo en los hogares para ayudar a estas “pobres empresas” que nos vienen a civilizar.
La paralización judicial del proyecto termoeléctrico Castilla a carbón, parece ser una pequeño triunfo. No creo que dure mucho tiempo antes que se revierta la decisión de paralizar la iniciativa ligada al empresario brasileño Eike Batista, que aportará en total 2.100 MW y partiría en 2015. Está ubicada en la Región de Atacama, centro neurálgico de las inversiones mineras que concentra un 30% de los US$ 91.400 millones que se destinarán a iniciativas en esta industria a 2020.

Entre los proyectos más grandes de la zona se destacan Pascua Lama y Cerro Casale (Barrick),Caserones (Pan Pacific Copper), Santo Domingo (Far West), Inca de Oro (Pan Aust), Lobo Marte(Kinross), San Antonio (Codelco), Relincho (Teck) y el también paralizado proyecto El Morro, deGoldcorp.

Créame señor, estas inversiones no nos sirven a los chilenos, están hechas para beneficiar al 2 % de los más ricos y van a dejar el país como queso gruyer, lleno de hoyos.
Los entreguistas chilenos de siempre vociferarán al cielo gritando y ¿Cómo Ud. no ve la tremenda inversión y los puestos de trabajo que se crearán?
¡Muy bien, analicemos cuánto nos costará sólo en agua estos puestos de trabajo!
El Acta Constitucional, No. 3 de 1976, cuya declaración central sería posteriormente plasmada en la Constitución Política de 1980, amplió y protegió los derechos privados respecto del agua (véase Bauer, 1995:51; Ríos Brehm/ Quiroz, 1995:10-2). En qué medida fue adoptada la doctrina neoliberal por los militares se puede ver en una de las declaraciones de uno de sus principales promotores, Hernán Büchi, quien era partidario de las modificaciones en el ámbito de la legislación y administración del agua: ¿Qué dijo este individuo sobre el régimen de aguas?,” El sentido que tuvo la acción gubernativa en este campo fue (…) crear derechos sólidos de propiedad, no sobre el agua misma sino sobre el uso de las aguas, y facilitar por todos los medios el funcionamiento ordenado del mercado.”

Tanto el Decreto Ley 2.568 de 1979, que fomenta la propiedad privada, como el Decreto con Fuerza de Ley Núm. 1.122, de 1981, que aprueba el nuevo Código de Aguas, dañan muy definitivamente las comunidades aymaras y atacameñas, promoviendo su desintegración.
Si la primera norma es fruto de la ideología neoliberal, y combate la colectivización comunal del suelo agrícola ancestral, la segunda tiene su origen en las exigencias de los agentes del mercado para darle legitimidad a la apropiación privada de uno de los recursos indígenas más vitales en las áreas desérticas, el agua.
Los monopolios y oligopolios de empresas mineras (boro, cobre, oro, azufre), empeñados en la concesión del acceso a las cabeceras de los ríos, de manejo de aguas subterráneas, y de venta libre del bien, liberado o desligado del suelo, van afectando a la sustentabilidad de los pueblos indígenas, de manera irreversible. Una consecuencia directa es el progresivo desecamiento de las vegas y bofedales deTarapacá y alta bacía del río Loa, que perjudica doblemente los indígenas al presionar los recursos vegetales disponibles para alimentar el ganado y quitarles el agua, fuente de vida.
El Código de Aguas de 1981 ancló tres principios innovadores en la legislación chilena: la libertad en la forma del aprovechamiento del agua; la gratuidad de la concesión de derechos (salvo excepciones); y la limitación del rol del Estado y las instituciones públicas en la regulación de los usos (Gentes, 2000). En concreto, no se identifica ningún uso antepuesto para otorgar nuevos derechos, o sea, el agua potable para consumo humano, por ejemplo, no tiene prioridad sobre el agua de riego ni para uso industrial.
En 1985, la Dirección General de Aguas concede a la Corporación del Cobre, Codelco, el derecho de extraer las aguas de la fuente que alimentaba la vega de Turi, situada en la hoya hidrográfica del ríoSalado, afluente del Loa. La vega de Turi, (a 3.000 metros de altura), estaba entonces con una extensión de cerca de 1.500 hectáreas de riego donde alrededor de cuarenta construcciones de estancias sostenían unas 2.000 cabezas de ganado, especialmente llamas y ovejas.

Al captar las aguas en las nacientes y pozos hacia 300 metros de profundidad, en el altiplano y la precordillera, la actividad minera ha vaciado el precioso líquido justo donde fluyen los arroyos y, dado que el territorio estudiado está localizado en zona de altas presiones subtropicales, donde casi no llueve, ha comprometido la renovación de la vida.
(Las conclusiones anteriores corresponden a un estudio del 2007 de Isabel María Madaleno, Instituto de Investigación Científica Tropical, Portugal, Alberto Gurovich, Universidad de Chile).

Radomiro Tomic nos legó la siguiente frase: “el cobre es la riqueza fundamental que tiene Chile para liberarse de la dependencia exterior y disponer de recursos financieros propios, de inmensa magnitud. El cobre nos permitirá acelerar nuestro desarrollo económico y social, ya que sería intolerable cualquier propósito de financiar dicho desarrollo reduciendo el difícil nivel de vida de las clases asalariadas”. Están haciendo exactamente lo contrario.

Están entregando el país y liquidando la vida, mientras el gobierno actual no tiene ningún empacho en enviar Fuerzas Especiales de Carabineros a reprimir la población de Aysén porque reclama por algunos metros rumas de leña más o por un mínimo en atención médica de altísimos costo para su nivel de ingresos.

Una empresa exitosa, según los expertos, obtiene utilidades antes de impuestos si bordea el 20%. En Chile, las mineras han obtenido utilidades en los últimos años por sobre el 50%. En 2010, sumaron US$14.300 millones, cifra similar a la de 2007, el mejor año de su historia y en el primer trimestre de 2011 ya registran un alza de 64,7%. En ese cuadro se plantea que el royalty para las empresas del rubro no sólo les garantiza invariabilidad: es un regalo y puede ser cuantificado. Las empresas del rubro no hicieron sus estudios de inversión con un alto precio del cobre, una ganancia millonaria que cada día se escapa frente a nuestros ojos.

Cualquier desarrollo futuro, ya sea minero o industrial, también provocaría aumentos en la población, y por lo tanto, se necesitarían cantidades adicionales de agua. La demanda de agua potable e industrial se duplicaría como también se debe duplicar la capacidad energética del país.
¿Por qué creen Uds. que le están echando mano a la cuenca del Baker, con una superficie de 26.726 km2, la segunda más extensa del país, y por la heterogeneidad y singularidad de los paisajes relacionados con los diversos cuerpos de agua que la integran, es uno de los sistemas naturales más notables de Chile? Toda esa capacidad de energía se trasladará miles de kilómetros, hacia el norte.

En Chile la utilidad está garantizada contra pérdidas, las empresas pueden arrastrar pérdidas de manera indefinida durante años. ¿Qué implica eso? Que mientras tengan pérdidas, sobre todo durante los primeros años del proyecto, van a pagar menos impuestos hasta que extingan las pérdidas y por consecuencia, no habrá utilidades para tributar. Dan ganas de gritar ¡Viva Chile!
De acuerdo a una reciente investigación, los principales donantes de las universidades de Chile y Católica son empresas mineras: Escondida, BHP Billiton y Los Pelambres, de los Luksic. Incluso más: elCentro de Minería de la Universidad Católica lleva el nombre del fallecido patriarca de lo Luksic.

Y el último dato. ¿Saben Uds. por qué no han llegado a Chile las grandes mineras chinas? Porque ellos aspiran a traer sus propios trabajadores chinos, además del capital. Pero no se extrañen de nada. En Chile todo puede suceder.
¿Le dice a Ud. algo eso? Intente hacer una investigación de los costos al interior de una minera y verá lo que le dicen.
No le tema a los terremotos, témale a las transnacionales.



CHILE: Paraíso de las transnacionales




Por Claudia Pedreros

Por medio de concesiones, compra de filiales, subcontratación  o absorción de empresas chilenas, las transnacionales de origen español cada vez han adquirido mayor fuerza en Chile. Concentran la mayor mano de obra y más del 50% de los servicios básicos como luz, agua, teléfono y transporte. ¿Sirve realmente a nuestro país?

El 12 de septiembre pasado, una de las principales empresas españolas en Chile, Telefónica, provocó  gran revuelo en el mercado financiero local al ofrecer mil millones de dólares por el 55% que le faltaba a la compañía para tener el dominio total de la filial chilena.  Con esta gestión la multinacional replica el mismo modelo que tiene en otros países, el cual busca un mayor control en la lucha frente a la competencia y despliega su hegemonía en la oferta de servicios de telecomunicaciones.

Ese día las acciones de Telefónica subieron un 22,3% lo que implicó que el patrimonio bursátil de la empresa aumentara en más de 300 millones de dólares. ¿Cuál es el real interés de Telefónica España en Chile? ¿Qué busca al tener el 100% de las acciones? ¿Cuál es el poder de las multinacionales en nuestro país?

NACE UN GIGANTE

El objetivo central de una empresa transnacional es obtener y maximizar beneficios. Buscan países donde desarrollar su gestión o producción a bajos costos, con materias primas y mano de obra barata y ojalá sin restricciones ambientales muy estrictas.

Se definen como tal cuando su participación en el capital de una empresa de un país extranjero es igual o superior al 10 por ciento.  Por lo general, buscan extender adicionalmente sus dominios en países vecinos y así formar filiales en cada uno de ellos.  La forma más simple de convertirse en transnacional es por medio de operaciones de inversión extranjera directa (IED).

Las transnacionales no son empresas de reciente creación; han necesitado varios años de actividad financiera, productiva y comercial para poder internacionalizarse.
En los siglos XVII y XVIII eran compañías comerciales que importaban grandes cantidades de metales preciosos de las colonias.  Más tarde, en el siglo XIX y con la Revolución Industrial, Europa se concentró en desarrollar sus propias industrias manufactureras y las empresas con sede en las colonias importaban materias primas para las grandes urbes.

En la primera mitad del siglo XX estas entidades oficializaron sus actividades productivas en el extranjero en empresas filiales.  Actualmente, reciben apoyo de sus estados de origen para externalizar sus servicios, ya que de esta forma se fortalece la visión empresarial y económica de sus países.

Este ha sido el caso de las empresas españolas, las que han recibido un fuerte apoyo del gobierno hispano para su salida al extranjero.  Mediante mecanismos como los créditos FAD (Fondo de Ayuda al Desarrollo) o por medio de la Compañía Española de Crédito a la Exportación (CESCE), el país ibérico ha invertido cerca de 8.500 millones de euros estos últimos treinta años para desarrollar proyectos de internacionalización y, a su vez, contribuir con el desarrollo de los países receptores.

La inversión española llegó con fuerza a Latinoamérica a comienzos de los años noventa, pasando de 4.500 millones de dólares en 1990 a 18.500 millones en 1998.  Se apoyó en un modelo de liberación de las economías latinoamericanas promovido por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.  Durante esos años estos países vivían determinados fenómenos que impulsaron el arraigo de las empresas hispanas: el endeudamiento de las empresas públicas, la transferencia de sus pasivos a los estados y su posterior venta tras la fragmentación de los procesos productivos.

Para Mónica Vargas, del Observatorio de la Deuda en Globalización (ODG), uno de los argumentos centrales de la venta de las empresas estatales a capitales españoles fue la promoción de las competencias. “Esto ha derivado en la formación de monopolios restringidos e integración vertical.  Por ejemplo, Endesa se convirtió en la mayor suministradora de electricidad en Chile, Argentina, Perú y Colombia, mientras que Iberdrola dispone del 37% de la energía en Bolivia y Repsol YPF controla el 40% de la producción petrolera en Argentina”.

Vargas repara en que a mediados de los años ochenta las transnacionales españolas vieron cómo sus inversiones calaban hondo debido a que las economías latinoamericanas estaban sumergidas en fuertes recesiones; urgía la creación de nuevos puestos de trabajo y era inminente el mejoramiento de la calidad de los servicios.
Sobre este punto, el académico de ODG, Jesús Carrión, sostiene que los principales mecanismos que utilizan estas empresas son la fusión y la subcontratación.  “Ello les permite conseguir mayores economías de escala, ser más competitivas y fuertes para afrontar los nuevos retos que plantean los mercados locales”.

Carrión sostiene que es en este punto donde se basa el poder de las transnacionales en las economías latinas, ya que se han convertido en actores influyentes del diseño de las reglas del juego de la economía global ejerciendo presión sobre los Estados y en las instituciones internacionales para que jueguen a favor de sus intereses.  En la mayoría de los casos intentan reducir al máximo los marcos legislativos que regulan su actividad y limitan sus ganancias.

EL SUTIL JUEGO DE LA PRESIÓN POLÍTICA

Según Carrión, uno de los principales ejes donde oprimen con fuerza es en el campo electoral.  La forma más habitual es inyectando importantes sumas de dinero en las campañas electorales de los partidos políticos más afines a sus intereses.

Cita como ejemplo lo ocurrido durante el gobierno de Salvador Allende, cuando la International Telephone and Telegraph (ITT), apoyó financieramente las gestiones golpistas de la CIA en nuestro país, ya que se vio perjudicada por la nacionalización de la compañía de teléfonos por parte del gobierno de la Unidad Popular.

Otro flanco de influencia es a través del “lobby”. Las empresas y su grueso de abogados, expertos en diversos temas, trabajan activamente en modelar políticas nacionales e internacionales en función de sus intereses.  Por lo general, buscan lugares neutrales para entablar sus arremetidas, como Washington DC, Ginebra, Madrid o Bruselas.

Carrión destaca otro fenómeno no menor dentro del marco de presiones que ejercen los grupos empresariales extranjeros. Lo denominan “puertas giratorias”.  Éste consiste en que la mayoría de los personajes influyentes de cada país, durante su vida laboral, se ha desempeñado tanto en la esfera pública como privada.  De esta forma, las empresas se aprovechan de los conocimientos y relevancia adquiridas por personas que han ocupado cargos públicos y que luego están en directorios y cargos ejecutivos en determinadas empresas.

Otra dimensión igualmente crítica se encuentra en la incidencia en los medios de comunicación. Actualmente éstos no acostumbran a informar sobre las externalidades y los abusos que se derivan de la actividad de las transnacionales. Los medios dependen en gran medida de los ingresos por concepto de publicidad que éstas les reportan. Como consecuencia de todo ello se vulnera un derecho humano fundamental como es el acceso a la información y se dificulta la generación de movimientos de presión hacia gobernantes y empresas.

PODER V/S CALIDAD

La llegada de Endesa España a principios de los años noventa causó gran revuelo, tanto por su interés en la principal abastecedora de electricidad en Chile como por la bullada compra de las acciones de sus principales socios.  Éste último hecho, llamado caso Chispas, desató uno de los escándalos mediáticos, financieros y políticos más polémicos de los últimos años y sus repercusiones aún se perciben.

Hoy, Endesa tiene una importante presencia en los suministros eléctricos del país (generación, transmisión y distribución de energía), en el área de infraestructura vial e inmobiliaria. Sin embargo, su nombre también está asociado a casos de atropello a las leyes medioambientales y, precisamente ahora, está en el ojo del huracán debido a los megaproyectos hidroeléctricos que pretende construir en el sur de Chile, los cuales tienen fuerte oposición tanto de los habitantes de las zonas en que se pretenden levantar como de grupos ambientalistas nacionales e internacionales.

También a nivel de usuarios, Chilectra, su filial distribuidora de electricidad, presenta un alto nivel de reclamos en el Servicio Nacional del Consumidor por alzas de voltaje, cobros excesivos en las cuentas de luz y cortes de suministro.

Telefónica, por su parte, concentra el 64% de la telefonía fija en Chile y el 49% del suministro de banda ancha.  En estos momentos, cuenta con más de tres millones de clientes en todo el país.
Por estos días la compañía vive momentos cruciales, ya que de concretarse la compra de las acciones que pertenecen a las AFP, la matriz española quedaría como única dueña de la principal abastecedora de servicios telefónicos y la batalla que lidia con sus competencias locales tomaría ribetes más drásticos.

Sin embargo, esta empresa también debe luchar con la mala percepción que tiene a nivel de consumidores.  Tanto en la Subsecretaría de Telecomunicaciones como en Sernac y en páginas de internet como reclamos.cl existen demandas colectivas de usuarios que protestan por el aumento de las tarifas de los planes, mala asistencia técnica y  cobros indebidos.

Por otra parte, estas empresas se caracterizan por subcontratar servicios para evitar duplicar funciones y aligerar su estructura.  Para ello se deshacen de la gestión directa de actividades que no consideran estratégicas y subcontratan a otras empresas a precios reducidos. Esta subcontratación es una fuente importante de ganancias, debido a que suelen proveerse de funciones como la atención telefónica, asistencia técnica y post venta a través de empresas nacionales a muy bajo costo.  Por medio de estos contratos evitan la inversión directa y la responsabilidad sobre los trabajadores de éstas áreas.

Las transnacionales son un actor político y económico de primer orden a raíz de su capacidad de incidencia en la agenda pública y en las economías locales.  Son fuentes importantes de generación de empleo y sus servicios concentran alto número de  clientes y usuarios.  Pero en su afán de abarcar distintas disciplinas y servicios, han cometido graves atropellos al medio ambiente, seguridad laboral y calidad de sus prestaciones.

Chile tiene innumerables focos de atracción para la inversión extranjera.  Se realizan exposiciones en Europa, Asia y Estados Unidos, llamados a licitaciones públicas, derechos de concesión e incluso rebajas arancelarias para convencer que en nuestro país se brindan óptimas condiciones para instalar empresas abastecedoras de servicios y generadoras de mano de obra.  Sin embargo, los parámetros con que las transnacionales actúan merecen un cuidado más profundo y el análisis de costos y beneficios para nuestros trabajadores y para el propio país.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La Ilusión del Pacifismo





Por Fernando Trujillo



“El pacifismo del siglo liberal ha de ser superado si queremos seguir viviendo.” - Oswald Spengler

Dentro de las sociedades crepusculares de Occidente contaminadas por los virus del humanismo y el pacifismo la guerra es vista desde el punto de vista material-económico como pura barbarie sin sentido y la cual debe ser evitada en pro de un estado vegetativo al que los pacifistas llaman con eufemismo “paz”, para los pueblos tradicionales la guerra era una forma de superar lo humano trascendiendo a un estado superior, es en el campo de batalla donde el hombre rompe con la rutina burguesa descubriendo (y liberando) al héroe que lleva dentro.

El heroísmo de un pueblo compensa la crudeza y horror de la guerra. Los pacifistas llaman a la guerra genocidio, el verdadero genocidio es dejar que los jóvenes se consuman en drogas y viendo por televisión los bailoteos grotescos de Michael Jackson, genocidio es asesinar la sensibilidad de los niños en las escuelas, ese es el verdadero genocidio que sucede ante nuestros ojos y nadie protesta o hace algo.

Hay que decirlo aunque sea un golpe para los discípulos de Gandhi, la historia del mundo ha sido movida por las guerras. Se podría decir que la historia del hombre es la historia de la guerra, la guerra es rejuvenecimiento constante, rompe con el aletargamiento de la paz y despierta la naturaleza viril e indomable del hombre. Los hippies no escriben la historia con sus lágrimas, la historia la escriben con sangre los guerreros.

Las lágrimas se evaporan, la sangre perdura. El pacifismo ha oscurecido la civilización con la monserga hippie de “amor y paz” tan repetida hasta el cansancio por políticos, actorcillos y pacifistas llorones de pacotilla. El único logro que ha tenido la doctrina pacifista es en haber inculcado la cobardía en generaciones enteras desde la nefasta época de la “revolución de las flores” que a las juventudes de ahora y al Sistema democrático tanto idolatran.

En este Occidente envejecido los hombres han perdido todo coraje, el fuego de la virilidad se ha apagado, los hombres viven por puro principio el placer; comer comida rápida, conducir autos de lujo, placeres sensuales, escuchar la música de moda y mirar el futbol en televisión.

Se ha convertido al hombre en un borrego hedonista sin un sentido de trascendencia y heroísmo acostumbrado al Happy End del cine, las nuevas generaciones nacen envejecidas en este mundo que permanece dormido bajo el sueño progresista de paz y confort. El hombre moderno quiere vivir más años aunque su vida carezca de sentido, la longevidad es la obsesión de hombres y mujeres y esa obsesión pasa a los niños. Crecer, reproducirse y morir sin pena ni gloria es la vida que quiere tener el hombre del mundo moderno, sin aspiraciones ni espíritu.

Hombres y mujeres incómodos con la vida cómoda y con una cosmovisión superior al hombre promedio como lo fueron Alejandro Magno, el emperador Juliano, Juana de Arco, Hypatia de Alejandría, Cornelio Codreanu, Robert Howard y muchos otros que pudiera citar murieron jóvenes pero con sus hechos habían escrito su nombre en la historia y conquistado la inmortalidad, hombres que combatieron en distintos planos de la vida y habían superado la condición de lo meramente humano. ¿Cuántos hombres valientes muertos en las trincheras?

¿Cuántos intelectuales visionarios castrados por una sociedad insensible? Una raza de héroes que ya no existe dentro del reino de la cantidad. ¿Qué puede decir de ellos un hombre prepotente en su auto último modelo? Nada porque los hombrecillos afeminados de esta época no saben nada de combatir o conquistar la inmortalidad, solo saben de vivir para consumirse en su propia idiotez escuchando el mensaje pacifista de John Lennon en una grabadora. La humanidad crece en número pero la calidad de los hombres disminuye a una velocidad alarmante, el mundo está sobre poblado de pseudohombres afeminados y pusilánimes aficionados a los medicamentos para remediar el estrés de la vida diaria. La guerra a este respecto es higiene, limpia al mundo de la mayoría de cobardes permitiendo que los mejores sobrevivan para forjar un nuevo mundo.

Todo esto forma parte del espíritu de la burguesía, el burgués es un espíritu cobarde, un ser débil que teme a todo lo que no está dentro de su pequeño mundo de lo económico, eso a lo que el burgués teme es al mundo de lo sapiencial y lo heroico, ese mundo oculto de las Elites, la Belleza, de la poesía vigorosa, del espíritu del sacrificio, de la Gnosis y del Hombre Superior. El burgués ignora o se burla de ese mundo por qué no puede entender todo lo que sobrepase los límites de su visión materialista. El burgués no se entrega a una causa ni a un ideal superior, el único ideal para vivir que posee es el de tener lo mejor, tener más dinero, tener un auto nuevo, tener lo mejor para sí mismo, así el burgués prefiere que las mayorías gobiernen por él mientras tenga una nueva televisión todo estará bien.

La burguesía es una raza de cobardes que son mayoría en Occidente, seres asustadizos de espiritualidad débil, seres intrascendentes y patéticos sin fuerza, ni valor, una generación muerta desde que nació. Mientras Occidente se pudre en el conformismo, en Oriente el islam une a los pueblos árabes y africanos, los niños se contagian del fundamentalismo islámico uniéndose a la guerra santa con sus padres y hermanos, en China y Corea del Norte el maoísmo unifica a esos pueblos bajo una identidad fuerte y vigorosa. Occidente produce burgueses en número, Oriente produce guerreros en número.

Hoy Occidente es esclavo de la televisión, mañana será esclavo de Oriente. En la guerra siempre combaten dos bandos antagónicos, no importa cuanto sea el número de contendientes al final se reduce a dos bandos cada uno defendiendo su cosmovisión del mundo.

De un lado se encuentra el Occidente aristocrático, viril e hiperbórea, el mundo de los emperadores, los legionarios y los patricios. Del otro lado está el Occidente plebeyo y femenino de los banqueros, pacifistas y los hombres-maquinas. El imperio del trabajador contra el imperio del dólar. Dos concepciones enfrentadas a lo largo de siglos de historia bajo distintos nombres y dos maneras de ver la guerra.

Mientras que para el Occidente heroico del estado aristocrático la guerra tiene un sentido sacro, en el Occidente plebeyo regido por el Tercer Estado el guerrero se convierte en soldado y la guerra es ejercida con motivos económicos y materiales perdiendo su sentido sagrado y siendo guiada por un grupo de plutócratas con el fin de enriquecer sus bolsillos. Luchar y vencer pero no luchar para enriquecer a un grupo de plutócratas petroleros si no por defender una patria, una familia y luchar para superar la condición humana.

Arrojemos las pancartas a la basura y tomemos la espada de nuestros antepasados. Los imperios fueron creados bajo el fuego de la guerra no por medio de una estúpida canción de protesta. Si queremos sobrevivir es hora de dejar el pacifismo burgués, Occidente se está extinguiendo ¡Salvémoslo! Que el espíritu de Gandhi y Lennon muera de una vez y que el espíritu de los espartanos, romanos, vikingos y aztecas vuelva para el nacimiento de una nueva raza heroica.



¿Hay un Capitalismo diferente?





Por Eduardo Anguita

Cuatro años atrás, exactamente el 15 de septiembre de 2008, los periódicos de todo el mundo daban cuenta de la quiebra de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de Estados Unidos. Llevaba un siglo y medio de actividad ininterrumpida pero la cantidad de "activos tóxicos" –ni más ni menos que títulos hipotecarios– que no podía respaldar llevó a los ejecutivos de esa entidad financiera a la drástica decisión. De no haber existido la "liberalización" para convertir una hipoteca en un activo bursátil jamás se hubiera llegado a eso. Los bancos concedieron las llamadas hipotecas subprime a tomadores de créditos que debían pagar intereses más altos y tomaban casi el 85% del total del costo de bienes inmuebles sobrevaluados. 

Por entonces, George Bush terminaba ocho años de gobierno que incluyeron la invasión a Afganistán y a Irak. Barack Obama era el símbolo de la esperanza, al punto que ganaba tiempo después el Nobel de la Paz. Pasados cuatro años, el retiro de las tropas de Irak dejó un panorama aterrador, con un país devastado y no menos de 300 mil víctimas provocadas por el ejército de ocupación y las tropas mercenarias de múltiples orígenes contratadas por los invasores. 

En cuanto a Afganistán, Estados Unidos logró la complicidad de varios países europeos. En cuanto a Lehman Brothers, fue el británico Barclays quien adquirió los negocios del gigante financiero. Eso sí, hace dos meses, el presidente del Barclays tuvo que renunciar y presentarse al día siguiente en el Parlamento británico para dar cuenta de la manipulación de la tasa interbancaria Libor a favor de sus propios negocios.

 Algo olía mal, no sólo en la Cámara de los Comunes sino en toda Europa, respecto de cómo banqueros y gobernantes decidían encarar el ajuste respecto de la situación de los centros de poder capitalista, tanto en las oficinas políticas de los poderes públicos como en las oficinas privadas de las multinacionales financieras. Unas y otras tan íntima y públicamente ligadas a partir del nombramiento de ejecutivos de Goldman Sachs al frente del Banco Central Europeo (Mario Draghi), el presidente del Consejo de Ministros de Italia (Mario Monti) y el Ministerio de Economía de España (Luis de Guindos), entre otros. Debería agregarse en la lista a Lucas Papademos, quien fue primer ministro de Grecia hasta mayo pasado y negoció con la banca internacional la inflada deuda de su país. Goldman Sachs le seguía a Lehman Brothers en el ranking de importancia de la banca de inversión. Cabe recordar que apenas seis días después de la quiebra del Lehman, la Reserva Federal de Estados Unidos autorizaba a Goldman Sachs a actuar como banco comercial y salvaba a ese gigante de una situación similar.


Estos datos –la mayoría suficientemente conocidos– dan cuenta de un aspecto del capitalismo casino: nadie podría sostener que existe una relación entre la ética protestante y el espíritu del capitalismo si por esa ética entendemos valores tales como el trabajo, la austeridad o la honestidad. Así los entendía el sociólogo alemán Max Weber cuando escribió unas tesis fundamentales sobre la relación entre el modo de producción capitalista y la moral de los hombres a cargo de la toma de decisiones, tanto en las empresas como en las naciones.

Sería una simplificación o una mirada complaciente con el capitalismo creer que los ejecutivos de empresas y los líderes políticos europeos o norteamericanos estaban motivados por el trabajo y la austeridad. El colonialismo victoriano o la doctrina Monroe o la explotación de los africanos por parte de europeos continentales revelan las peores prácticas de acumulación y despilfarro de riquezas por parte de una élite que ejercía la dominación y se preparaba para una guerra –la Gran Guerra– sangrienta con millones de muertos. Había por entonces un auge del capitalismo industrial, producto de las grandes innovaciones tecnológicas, con un claro auge del petróleo, del acero, de las comunicaciones telegráficas y los barcos a vapor.

Creer que las personas que hoy toman las decisiones han perdido unos supuestos nobles valores conllevaría a imaginar que la actual situación podría mejorarse con un poco más de control y una mejora en los estímulos morales. Pero tampoco alcanza con echar las culpas a los banqueros, como si estos estuvieran escindidos del curso del sistema capitalista, como si los hombres y mujeres de las finanzas fueran un lastre que el capitalismo puede sacarse de encima y así avanzar en un camino venturoso.

DESAFÍOS ACTUALES. En un artículo medular ("Frente a la crisis estructural del capitalismo", en Nueva sociedad, número 239), Carlos Gabetta reflexiona sobre el otro aspecto decisivo de estos años de capitalismo: los desarrollos científico-tecnológicos y su impacto en el mundo del trabajo. En 1985, por caso, 39.200 obreros belgas producían 10,6 millones de toneladas de acero. 

En 1990, 21.200 obreros producían 11,5 millones. Es decir, con 46% menos de trabajadores se aumentó el 8,5 por ciento. Adjudicar el feroz desempleo europeo sólo a la "crisis financiera" es esquivar la verdadera gravedad del asunto. Así como un siglo atrás el fordismo introdujo la línea de montaje, ahora la industria informática fabrica cientos de miles de robots que hacen las mismas tareas y van desplazando trabajadores de esta era post industrial. Hasta hace pocos años la idea de la deslocalización de ciertas etapas productivas en países periféricos con salarios más bajos parecía una manera de mantener vital al capitalismo central. En los llamados Tigres asiáticos se hacían cosas parecidas a las de las plantas de Japón o Estados Unidos, pero con salarios y legislación laboral de mucha peor calidad. Eso sí, con procesos tecnológicos controlados completamente por las multinacionales de esos países centrales. 

Hoy China es la segunda economía del planeta y no tuvo inconveniente en tener mayor competitividad que empresas alemanas, japonesas o norteamericanas, sobre todo en electrónica. Pero además de salarios más bajos y redes de comercialización altamente competentes, lograron ventajas tecnológicas y de organización de la producción. Nadie podría decir que el Partido Comunista chino haya abandonado el planeamiento y la intervención estatal en la economía pero nadie podría decir que los intereses de los trabajadores priman en el país que fabrica más nuevos supermillonarios por año. Eso sí, la creciente exclusión y discriminación que prospera en los países del hemisferio norte no tiene un correlato similar en los del sur. China, pese a estar envuelta en esos procesos tecnológicos que desplazan puestos de trabajo, logra incorporar entre 4 y 5 millones de habitantes a la vida urbana. Estrenan todos los años nuevas ciudades que tienen lugares de trabajo, vivienda y centros de salud y educación, todo integrado. Es decir, incorporan habitantes que vienen de tradiciones políticas comunistas y modos de producción pre capitalistas (con resabios feudales mezclados con reforma agraria) a una sociedad que es mixta en lo económico y altamente dirigista en lo político. De hecho en China no hay otros partidos fuera del Comunista.

Lo que tienen en común los países del capitalismo central y China es que generan la casi totalidad del capital transnacional que representaba el 17% del PBI mundial en los ’60 y que representaba más del 30% en 1996. La crisis actual traerá más fusiones y absorciones de empresas por parte de los grupos más concentrados. Esto debe ser interpretado no sólo en el terreno tecnológico, financiero y comercial sino también político y militar.  En ese sentido, las derechas plantearon a lo largo de la historia la necesidad de recortar los derechos como una manera de "hacer funcionar el sistema". Los planes de ajuste europeos funcionan en esa dirección. 

El "capitalismo en serio" a la luz de la historia no parece ser otro que este: disputas por porciones de poder cuando las situaciones se manejan por el comercio y la diplomacia. Frente al neoliberalismo y la desregulación, frente a los recortes de políticas sociales y de desinversión de los estados no parece haber una fuerza homogénea capaz de oponerse a escala global. Los esfuerzos que, dentro de cada nación, puedan hacer las fuerzas populares son, a su vez, de un valor más que importante. Tomar conciencia de este contexto internacional no es poco importante. El bombardeo de los medios de comunicación para difamar a las fuerzas y líderes contrarios al establishment es grotesco. El período abierto en la recta final de las elecciones de Estados Unidos es interesante porque pone al descubierto una gran contradicción: Barack Obama no conformó a aquellos sectores que esperaban de su administración un freno al rol imperial de ese país; sin embargo, las fuerzas nucleadas en la fórmula republicana plantean una amenaza aún mayor en la implementación de las políticas del neoliberalismo y el militarismo. Por una parte, en el corto plazo de la política, el triunfo de los demócratas o los republicanos puede ser interpretado como una manera de demorar –o de acelerar– las peores caras de los ajustes neoliberales. Pero, por otra parte, se puede constatar que este capitalismo central no tiene una contrapartida que pueda pensarse como un plan para reconvertirlo en el capitalismo de rostro humano que muchos políticos –de muchas latitudes– prefieren ver con la secreta esperanza de que la tormenta pase sin que termine en las peores experiencias del siglo XX. Mientras tanto en los laboratorios de la política, en la academia, en las organizaciones sociales y los medios de cultura y comunicación parece imprescindible profundizar el debate para saber cuáles son los sujetos políticos y las ideas capaces de seguir en la lucha para lograr vivir en sociedades más justas y en naciones más soberanas.