Por David Duke
NOSOTROS, HEREDEROS DE UN GLORIOSO PASADO, MILITANTES NATOS, DECIDIDOS A NO MORIR COMO ESCLAVOS. HEMOS DECIDIDO DEFENDER EL LEGADO DE NUESTRA PATRIA Y DE NUESTRA CIVILIZACIÓN. LLEVANDO UNA LUCHA CONTRA EL COMUNISMO APATRIDA Y LA CORRUPCIÓN BURGUESA. UNA LUCHA SAGRADA POR ESTAS 4 BANDERAS: SOBERANÍA NACIONAL, INDEPENDENCIA ECONÓMICA, JUSTICIA SOCIAL Y NACIONALISMO CULTURAL.
martes, 19 de marzo de 2013
El Genocidio Invisible en Sudáfrica: Los granjeros lanzan un SOS al mundo ante los ataques de la población negra
Alberto Granados Garmendia.-
Henk van de Graaf, vicepresidente de la Unión de Agricultores de Transvaal
(Sudáfrica), ha lanzado un SOS al mundo frente a los ataques
planeados por motivos políticos y raciales contra los afrikáners y que cuentan
con el silencio cómplice de los organismos internacionales.
Más de tres mil granjeros
eurodescendientes (conocidos como “Boer”) han sido asesinados y varios miles
más han sufrido ataques raciales, según informó Graaf, quien ha pedido que se
investiguen estos horrendos crímenes, como los cometidos contra un
matrimonio y su hija de tres años, que fueron torturados hasta la muerte.
El partido gobernante en
Sudáfrica es el ANC (Congreso Nacional Africano), cuyo líder popularizó en su
juventud las consignas “matar a un Boer, matar a un granjero” o “Un Boer, una
bala”.
“Cuando los campesinos llaman a
la policía para denunciar algún intento de ataque, ésta se niega a acudir bajo
cualquier excusa, como que no tienen combustible”, dijo.
También denunció que durante la
Copa del Mundo en Sudáfrica (cuando el Gobierno sudafricano estaba preocupado
por su imagen), los asesinatos se detuvieron milagrosamente, pero solo de forma
temporal.
El número de población
eurodescendiente se ha reducido a la mitad en lo que puede calificarse como una
auténtica limpieza étnica. Las propiedades de los blancos se han reducido un
33% al serles confiscadas sus tierras para entregárselas a la población negra.
En la actualidad esas tierras han dejado de ser productivas.
La ironía es que Sudáfrica
tenía excedencia de producción hasta hace una década, pero la producción de
alimentos empezó a decaer conforme las tierras les eran confiscadas a los
blancos, y ahora es insuficiente.
Los medios de comunicación
internacionales también son conniventes con este genocidio, pues se niegan a
escribir sobre la verdadera historia de Sudáfrica después del Apartheid,
silenciando las atrocidades cometidas contra la población blanca.
Un informe del parlamento
europeo, sobre países emergentes, describe la situación en los siguientes
términos: “Sudáfrica tiene un historial de transición exitosa y pacífica a la democracia
y hacia un Gobierno idóneo, donde se fomenta la integración económica regional
y se apoyo la reconciliación nacional…”.
FUENTE: http://www.alertadigital.com/
Hacia una Ciencia del Hombre
Por Alexis Carrel
En suma, las ciencias de la materia han hecho
inmensos progresos, mientras que las de los seres vivientes han permanecido en
estado rudimentario. El retardo de la biología es atribuido a las condiciones
de existencia de nuestros antepasados, a la complejidad de los fenómenos de la
vida y a la naturaleza misma de nuestro espíritu que se complace en las
construcciones mecánicas y las abstracciones matemáticas. Las aplicaciones de
los descubrimientos científicos han transformado nuestro mundo material y mental.
Estas transformaciones han tenido sobre nosotros una influencia profunda y sus
efectos nefastos provienen de que han sido hechas sin consideración hacia
nosotros. Y es la ignorancia sobre nosotros mismos, lo que ha dado a la
mecánica, a la física y a la química, el poder de modificar, al azar, las
formas antiguas de la vida.
El hombre debería ser la medida de todo. En realidad, es un extranjero en el mundo que ha creado. No ha sabido organizar este mundo para él porque no poseía un conocimiento positivo de su propia naturaleza. El avance enorme de las ciencias inanimadas sobre las ciencias de los seres vivientes es uno de los sucesos más trágicos de la historia de la humanidad. El medio construido por nuestra inteligencia y nuestras invenciones no se ajusta ni a nuestro tamaño ni a nuestra forma. No nos queda bien. Somos desgraciados. Degeneramos moral y mentalmente. Y son precisamente los grupos y las naciones en que la civilización industrial ha alcanzado su apogeo los que se debilitan más. Es allí donde el retorno a la barbarie es más rápido. Permanecen sin defensa ante el medio adverso que les ha proporcionado la ciencia. En verdad, nuestra civilización como las que la han precedido, ha creado condiciones que, por razones que no conocemos exactamente, hacen que la vida misma se torne imposible. La inquietud y las desgracias de la Ciudad Nueva provienen de sus instituciones políticas, económicas y sociales, pero, sobre todo, de su propia decadencia. Son víctimas del retardo de las ciencias de la vida sobre las de la materia.
Solamente un conocimiento mucho más profundo de nosotros mismos puede aportar un remedio a este mal. Gracias a ello veremos por qué mecanismos la existencia moderna afecta nuestra conciencia y nuestro cuerpo. Sabremos cómo adaptarnos a este medio, cómo defendernos, y también cómo reemplazarlo, en caso de que una revolución dentro del mismo se hiciera indispensable. Mostrándonos a nosotros mismos lo que somos, nuestras potencias y la manera de actualizar con ellas, este conocimiento nos dará la explicación de nuestra debilidad fisiológica, de nuestras enfermedades morales e intelectuales. Y sólo él puede revelarnos las leyes inexorables en las cuales están encerradas nuestras actividades orgánicas y espirituales, hacernos distinguir lo prohibido de lo permitido y enseñarnos que no somos libres para modificar, según nuestra fantasía, ya sea nuestro medio, ya sea a nosotros mismos. En verdad, desde que las condiciones naturales de la existencia han sido suprimidas por la civilización moderna, la ciencia del hombre ha llegado a ser la más necesaria de todas las ciencias.
lunes, 18 de marzo de 2013
La Reconstrucción del Hombre
Por Alexis Carrel
Ha llegado el momento de
comenzar la obra de nuestra renovación. Sin embargo, no estableceremos el
programa porque hacerlo ahogaría la realidad viviente en una armadura rígida,
impediría la aparición de lo imprevisible y fijaría el porvenir en los límites
de nuestro espíritu.
Es preciso que nos levantemos y que nos pongamos en camino, que nos libertemos de la tecnología ciega y que realicemos, en su complejidad y su riqueza, todas nuestras virtualidades. Las ciencias de la vida nos han mostrado cual es nuestro fin y han puesto a nuestra disposición los medios de alcanzarlo. Estamos sumergidos, sin embargo, en el mundo que las ciencias de la materia inerte han construido sin respetar las leyes de nuestra naturaleza. En un mundo al que no podemos adaptarnos porque, nacido de un error de nuestra razón y del desconocimiento de nosotros mismos, no está hecho para nosotros. Nos rebelaremos, pues, contra él. Transformaremos sus valores y le daremos un orden con relación a nosotros. La ciencia nos permite hoy desenvolver todas las potencialidades escondidas en nosotros al mismo tiempo que nos deja conocer los mecanismos secretos de nuestras actividades fisiológicas y mentales y las causas de nuestra debilidad. Con saber que hemos violado las leyes naturales sabemos por qué somos castigados y la razón de que estemos perdidos en la oscuridad; pero comenzamos, al mismo tiempo, a distinguir a través de las nieblas de la aurora, la ruta de nuestra salvación.
Por la primera vez en la
historia del mundo, una civilización llegada al comienzo de su decadencia, puede
discernir las causas de su mal. Puede que sepa servirse de este conocimiento y
evitar, gracias a la fuerza maravillosa de la ciencia, el destino común a todos
los grandes pueblos del pasado...
Es necesario que desde este
momento iniciemos nuestra marcha por la vía nueva.
viernes, 15 de marzo de 2013
Capitalismo de Estado a todo tren
Por el Emboscado
En 2007-2008 estalló la crisis
financiera mundial con gravísimas consecuencias de índole social, económica,
política y militar entre otras. En esas fechas el capitalismo se desplomó
completamente con la quiebra, y en algunos casos desaparición, de infinidad de
bancos y grandes empresas. Sin embargo, fueron los Estados los que salieron al
rescate del capitalismo al reflotarlo con multimillonarias inyecciones de
dinero en forma de préstamos, subvenciones, avales, etc…, que fueron
directamente a parar a las grandes empresas y bancos afectados. En la práctica
la economía fue estatizada en su mayor parte a través de sucesivas
nacionalizaciones, y por medio de un creciente intervencionismo económico de
las diferentes empresas y agencias reguladoras estatales, lo que en la práctica
significó la transición hacia un capitalismo de Estado.
El rescate económico y financiero
del capitalismo por los Estados dejó boquiabiertos a muchos que no llegaban a
comprender, y mucho menos a explicar coherentemente, dentro de sus averiados
esquemas políticos e ideológicos por qué el Estado, con todos sus recursos,
reflotaba a empresas y bancos que estaban en la quiebra. Las razones son muy
obvias, a pesar de que toda la propaganda se empeña en presentar los hechos de
forma tergiversada. El sistema económico capitalista es tremendamente funcional
para los intereses estratégicos del Estado al proveerle de ingentes ingresos
vía impuestos, pues toda la actividad económica que genera a través de la
plusvalía, el comercio y la monetización del conjunto de las relaciones
sociales constituyen la base económica que provee al Estado de los recursos
para costear sus instrumentos de dominación, y con ello poder competir con
otros Estados por mayores cotas de poder en la esfera internacional. Prueba de
esto es que un tercio de los beneficios de las grandes corporaciones van a las
arcas del Estado, lo que explica que le interese que las empresas tengan las
mayores ganancias posibles. Asimismo, en el caso concreto de España nos
encontramos con que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria desencadenó una
fortísima caída en los ingresos del Estado, pues la actividad económica que
producía este sector al que estaban vinculados, a su vez, otros sectores
auxiliares proveía de importantes ingresos al ente estatal. El capitalismo
lejos de debilitar al Estado lo refuerza económica y financieramente, de tal forma
que el Estado se sirve del capitalismo para conseguir sus propios intereses.
La hipertrofia estatal es un
hecho desde el momento en el que el Estado español constituye la mayor
corporación con más de 3 millones de asalariados a su cargo, lo que supone casi
el 20% de la población activa. Pero esta hipertrofia se ve agravada por el
hecho de que el sector estatal es por definición improductivo y despilfarrador
de recursos, lo que exige nuevos y mayores impuestos para su mantenimiento.
Debido a esto el Estado, vía impuestos directos e indirectos, acapara el 45%
del PIB, más que ninguna otra empresa, lo que nos da una imagen muy clara
acerca de dónde reside realmente el poder económico. Por otro lado es
importante destacar que, al menos en el caso del Estado español, la mayor parte
de sus ingresos provienen de las cotizaciones realizadas por los trabajadores a
la Seguridad Social, de la que recauda unos ingresos que constituyen el 47% de
sus presupuestos. Esto es lo que explica que el Estado esté tan interesado en
reimpulsar el capitalismo mediante inyecciones de dinero a gran escala en
empresas y bancos, pues el Estado se queda en torno a un 40% del total del
sueldo bruto de cada trabajador. Así, cuanta mayor sea la actividad económica
dentro de un sistema en el que su principio rector es la búsqueda del máximo
beneficio particular, mayores serán los ingresos del Estado derivados de las
plusvalías de los trabajadores, de los beneficios de las empresas y del
trasiego de mercancías que produce el propio comercio.
Además de todo lo anterior hay
que apuntar que los mercados, tras un período de liberalización, demostraron
ser irracionales, lo que exigió la consiguiente intervención estatal para
restablecer el capitalismo que ya en 2008 se había desmoronado. En este sentido
es muy significativa la siguiente declaración de la que fuera vicepresidenta
del gobierno del PSOE Mª Teresa Fernández de la Vega: “la mano invisible del
mercado necesita la mano visible del Estado”. Esto viene a probar una vez más
que no es posible un capitalismo sin subsidios y sin asistencia estatal, pues
como los hechos han demostrado el Estado es mucho más estable al disponer de
muchísimos más recursos que cualquier multinacional que, como hemos visto, son
débiles y susceptibles de ser barridas por alguno de los ciclos del
capitalismo. Sin subvenciones, sin determinadas regulaciones fiscales, en
definitiva, sin la acción ordenadora, en tanto que reguladora, y directora del
Estado en la economía el capitalismo no es viable, como tampoco la empresa
capitalista. Son ilustrativas las partidas presupuestarias anuales destinadas a
subvencionar la empresa privada con fondos estatales, y que todos los años se
ven reflejadas en el BOE y en los demás boletines oficiales de las comunidades
autónomas, lo que expresa con meridiana claridad no sólo los intereses
estratégicos del Estado en el ámbito económico para su control y dirección,
sino el simple y mero hecho de que la mayoría de esas empresas receptoras de
subsidios no serían viables sin ellos.
En cuanto el funcionamiento
contradictorio del capitalismo pone en peligro el sistema económico y social
que le es inherente, y con ello deja de servir a los intereses estratégicos del
Estado, es cuando este último interviene directamente, tal y como hemos
observado los últimos años, con la ampliación de su poder a escala colosal en
el conjunto de la economía a través de sucesivas nacionalizaciones de empresas
y bancos, por medio de nuevas leyes, normas y reglamentos reguladores, así como
diferentes protocolos de supervisión y control de las multinacionales y
entidades financieras. Pero esta hiperextensión del Estado tiene una factura
muy grande que se la pasa a los ciudadanos mediante nuevos y mayores impuestos,
al mismo tiempo que se llevan a cabo recortes en los presupuestos y reformas
laborales que devalúan la mano de obra.
La socialdemocracia y la
izquierda subvencionada sostienen un discurso político totalmente irrealista al
abogar por un incremento de los impuestos sobre las empresas y bancos, todos o
la inmensa mayoría de ellos en quiebra de no ser por la ayuda estatal.
Naturalmente este tipo de propuestas se inscriben en el contexto ideológico de
quienes consideran que el Estado, este Estado capitalista, desempeña una
función salvífica como redentor de la sociedad frente a las empresas, los
bancos y en general el Capital. Todo ello parte de la ingenua, y por lo demás
falsa, idea de que el Estado, de manera completamente altruista, renuncia a sus
propios intereses para salvaguardar los del conjunto de la sociedad, lo cual es
posible, siempre según ellos, mediante otro tipo de gestión de sus
instituciones que anteponga esos intereses frente a los del gran Capital.
Pero la realidad es muy tozuda
al negar todo lo anterior en la medida en que el Estado es un ente político
anterior al capitalismo, que se sirve a sí mismo antes que nada tal y como
históricamente queda demostrado en su obrar. De esta manera es imposible otra
gestión distinta de la que los sucesivos gobiernos de derechas e izquierdas
vienen realizando en el contexto general de la crisis, y prueba de ello es que
en Andalucía la izquierda gobernante está aplicando recortes y medidas
semejantes a las que el gobierno central, de derechas, lleva a cabo. Pero esto
también es extensible a Asturias como un ejemplo más de esta realidad. Lo
cierto es que la lógica que impone la razón de Estado obedece a sus intereses
definidos en términos de poder, los cuales prevalecen por encima de cualquier
gobierno de derechas o de izquierdas.
El elevado tamaño del Estado
hay que pagarlo, y cuando el capitalismo ha naufragado y el Estado lo ha ido a
rescatar la factura se hace todavía mayor en la forma de más impuestos a cambio
de menos. El Ministerio de Hacienda, la Agencia Tributaria, el Banco de España
(de capital estatal y con amplios poderes de supervisión y regulación aunque
supeditado al BCE), el ICO con participación en multitud de empresas del
capitalismo privado, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la Comisión
Nacional de la Competencia, el FROB, y tantos otros organismos estatales son
los que ejercen el poder real sobre la economía con sus regulaciones,
supervisiones y toda clase de normativas que hacen de ella un instrumento al
servicio del poder de poderes encarnado por el Estado. El capitalismo es de
Estado porque sin él no puede existir ni sobrevivir, lo que le permite
profundizar su dominio sobre las personas.
Pero el poder económico del
Estado no sólo ha aumentado a nivel interno con un control sobre las personas
nunca antes conocido, sino que a nivel internacional su presencia se ha hecho
todavía mayor a través de un creciente y cada vez más virulento imperialismo en
el que las instituciones supranacionales, lejos de ser organismos neutrales,
son su más viva expresión al operar como instrumentos al servicio de los
intereses estratégicos de estas potencias. Así comprobamos cómo la UE, el BCE,
etc., son herramientas del imperialismo del gobierno alemán para la consecución
de mayores cotas poder en la esfera internacional con la extensión de su
influencia a lo largo del continente europeo y del mundo.
La pertenencia del Estado español a estas instituciones es lo que ha facilitado que en la actualidad esté directamente supeditado, política y económicamente, a las directrices del gobierno alemán al ser los principales bancos alemanes, ahora de propiedad estatal tras la inyección de más de 500.000 millones de euros gubernamentales, los mayores tenedores de deuda soberana española. Vemos cómo el imperialismo es la máxima expresión del poder estatal al adquirir unas dimensiones colosales a través de las instituciones supranacionales, con lo que dicho poder ya no sólo se ejerce sobre los nacionales propios sino también sobre otros pueblos a los que se vampiriza, subyuga y desintegra al modo de cómo ocurre en Grecia. Por esta razón hablar hoy de desregulaciones, retroceso del Estado, de liberalización económica, etc., carece de completo sentido cuando los hechos demuestran que estamos completamente inmersos en un proceso de capitalismo de Estado a todo tren.
La pertenencia del Estado español a estas instituciones es lo que ha facilitado que en la actualidad esté directamente supeditado, política y económicamente, a las directrices del gobierno alemán al ser los principales bancos alemanes, ahora de propiedad estatal tras la inyección de más de 500.000 millones de euros gubernamentales, los mayores tenedores de deuda soberana española. Vemos cómo el imperialismo es la máxima expresión del poder estatal al adquirir unas dimensiones colosales a través de las instituciones supranacionales, con lo que dicho poder ya no sólo se ejerce sobre los nacionales propios sino también sobre otros pueblos a los que se vampiriza, subyuga y desintegra al modo de cómo ocurre en Grecia. Por esta razón hablar hoy de desregulaciones, retroceso del Estado, de liberalización económica, etc., carece de completo sentido cuando los hechos demuestran que estamos completamente inmersos en un proceso de capitalismo de Estado a todo tren.
La Realidad que vemos
Por Welsung
¿Qué
o quiénes somos?
Lo primero que uno observa cuando se mira es el cuerpo, este cuerpo evidentemente está relacionado con un mundo físico que nos rodea, que participa de las mismas leyes, que está constituido por los mismos elementos. La primera respuesta es entonces que somos una entidad física, más específicamente, biológica.
Un segundo paso es atestiguar que pensamos, imaginamos y sobre todo soñamos. Existe una compleja realidad que no corresponde a un elemento físico puro y que por no tener otro nombre a la mano lo llamaré psíquico. Podría llamarlo de muchas otras maneras, unas más acertadas que otras, pero creo que relacionar nuestra vivencia interior con la palabra psiquis no es tan malo pues la etimología de la palabra es el término griego usado para denominar al alma (en el sentido griego por supuesto, no cristiano).
Tenemos entonces dos mundos que nos rodean, desde el exterior y desde el interior. Podríamos decir que nosotros somos la frontera de ambos mundos, que tanto nos sumergimos en el uno como en el otro y que ambos nos afectan. De hecho podríamos decir que existe un flujo permanente entre ambos mundos que nos atraviesa, no sin dejar huellas y que hay influencia del uno al otro y del otro al uno, a través de nuestro ser.
Todos hemos atestiguado el cómo
hechos de la vida cotidiana nos afectan emocionalmente y cómo, también,
nuestros estados de ánimo pueden afectar nuestros actos hacia el exterior.
Esta es la primera definición
que podemos dar de nosotros mismos, sin ir más allá de lo evidente.
¿Uno
o muchos?
Al decir “nuestros estados de
ánimo”, estoy dando cuenta de otra verdad que nos asalta en cuanto somos
sinceros con nosotros mismos. No somos una persona, somos muchas.
Claro, el que no quería ir a
trabajar en la mañana no es el mismo que predica a sus hijos que deben ir al
colegio, el que le juró amor eterno a una pareja hoy, no es el mismo que le
juraba el mismo amor eterno a otra pareja hace unos años.
Claro, podríamos decir que el
que así actúa es en realidad un mentiroso, que no es constante, que es
farsante, pero yo creo que todos hemos vivido cosas así y sabemos a ciencia
cierta, que en cada momento hemos sido sinceros. NO estábamos mintiendo ni
engañando cuando decíamos lo no o lo otro, en ese momento creíamos firmemente
que lo decíamos con todo nuestro ser.
Atestiguamos entonces que dentro de nosotros existe una realidad compleja, tal como la que nos rodea desde el exterior y que el que dice “yo” hoy, no es el mismo que dirá “yo” mañana. Nuestro interior parece entonces un reino que no tiene un jefe único, si no que una rotativa de jefes que toman el mando de forma más o menos caótica, dependiendo de las circunstancias.
Atestiguamos entonces que dentro de nosotros existe una realidad compleja, tal como la que nos rodea desde el exterior y que el que dice “yo” hoy, no es el mismo que dirá “yo” mañana. Nuestro interior parece entonces un reino que no tiene un jefe único, si no que una rotativa de jefes que toman el mando de forma más o menos caótica, dependiendo de las circunstancias.
Uno de los objetivos de la
psicología de Jung es lograr imponer un orden dentro de ese caos y establecer
un mando que sea permanente. ¿No les parece una acción creadora ese “poner
orden”? ¿Les recuerda a la Voluspa? No es casualidad y en su momento veremos el
por qué. Además, hay que notar dos
cosas: El ser muchos y no uno es una razón más que plausible para ser
politeístas y no monoteístas (como decía Nietzsche). Y además nos llama a
realizar un esfuerzo por lograr ese orden que nos permitirá ser guerreros
siempre consecuentes con nuestros juramentos. ¿Cómo puede prometer alguien que
no controla su propia identidad? ¿Quién se compromete cuando dice: “Sí, me
comprometo con esta causa”? ¿Será el mismo de mañana? Sólo una persona que
logra un grado de orden y control de sí mismo puede prometer, sólo quien lleva
un grado de camino de individuación avanzado, puede convertirse en guerrero.
Porque
éste es el propósito de la individuación, poner orden, encontrarse con la
autoridad interna que puede dar ese orden, llegar a ser UNO, un individuo y no
muchos los que estén a cargo. Significa que aunque existen muchos (por que no
se eliminan, se integran), existe un centro alrededor del cual gravitan y se
ordenan. Ése es también el sentido del Grial, del mismo Wothan, ambos pueden
ser identificados con lo que Jung llamó el Sí mismo, para distinguirlo del
pequeño yo, ese que le anda prometiendo cosas a todo el mundo.
miércoles, 13 de marzo de 2013
Espiritualidad y Materialismo
Por Alexander Wilckens Bruhn
Ninguno de los dos extremos satisfará
nuestra alma. En el religioso aislado de la sociedad tenemos uno de los
extremos, quien evadiendo la realidad cotidiana, pretende despejar sus
limitaciones. Solo quien enfrenta sus temores es capaz de superarlos, evadirlos
es cobardía y no lleva a nada. Y el otro en el trabajólico-consumista que solo
desea el éxito material; quien cree que el poder a través del éxito en lo
tangible, lo convierte en un ser superior. Otra vez tenemos una búsqueda errada
e incompleta. La mayoría de los seres que transita a nuestro lado diariamente,
son solo zombies, carne muerta sin alma o como en el primer ejemplo seres idos
sin consistencia.
No basta con nacer para trascender,
debe desarrollarse el canal para ello y sin él solo seremos polvo que vuelve al
suelo o aire que se disipa. Para despertar o desarrollar nuestra alma, debemos
superar nuestras limitaciones y lograr un verdadero avance en nuestras
encarnaciones, debemos aprender estando sumergidos en sociedades materialistas,
a enfrentar el medio que desea enajenarnos de nuestro propio ser y extraer del
solo lo que le sirve al sistema para su retroalimentación. Nuestro verdadero
desarrollo como seres espirituales, se logra enfrentando las manifestaciones
ilusorias de una creación hecha a imagen y semejanza de la verdadera. Verdad
oculta a nuestro ser, hasta ser capaces conviviendo diariamente con la
falsedad, sobreponerse a ella y rescatar así dentro de nosotros la verdadera creación,
la espiritualidad que nos lleva al todo y como almas recuperar al Dios que
somos y al cual pertenecemos. Esa es la Senda del Guerrero, que enfrentándose a
si mismo es capaz de vencerse y resucitar en un nuevo ser completo y superior,
un Héroe (Dios-Humano).
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