jueves, 17 de enero de 2013

En Defensa de la Intolerancia





Por Slavoj Zizek

La prensa liberal nos bombardea a diario con la idea de que el mayor peligro de nuestra época es el fundamentalismo intolerante (étnico, religioso, sexista...), y que el único modo de resistir y poder derrotarlo consistiría en asumir una posición multicultural. Pero, ¿es realmente así? ¿Y si la forma habitual en que se manifiesta la tolerancia multicultural no fuese, en última instancia, tan inocente como se nos quiere hacer creer, por cuanto, tácitamente, acepta la despolitización de la economía? Esta forma hegemónica del multiculturalismo se basa en la tesis de que vivimos en un universo post-ideológico, en el que habríamos superado esos viejos conflictos entre izquierda y derecha, que tantos problemas causaron, y en el que las batallas más importantes serían aquellas que se libran por conseguir el reconocimiento de los diversos estilos de vida. Pero, ¿y si este multiculturalismo despolitizado fuese precisamente la ideología del actual capitalismo global? De ahí que crea necesario, en nuestros días, suministrar una buena dosis de intolerancia, aunque sólo sea con el propósito de suscitar esa pasión política que alimenta la discordia. Quizás ha llegado el momento de criticar desde la izquierda esa actitud dominante, ese multiculturalismo, y apostar por la defensa de una renovada politización de la economía.

Un Vistazo a la Crisis






Por el Emboscado


La actual crisis económica y financiera mundial parece responder a un plan perfectamente trazado en el que de manera totalmente premeditada se persigue destruir la economía mundial de forma controlada. Los hechos son una realidad insoslayable a pesar de todas las pseudoexplicaciones de los problemas que nos ofrecen los intelectuales del sistema para ocultar las causas reales que los originaron, y esos hechos son que los hidrocarburos se terminan, que en los últimos años hemos asistido a un crecimiento constante del consumo de energía, que la población ha crecido y que el consumo también, unido a la incorporación de decenas de millones de personas a los estándares de vida occidentales. ¿Pero en qué consiste realmente esta crisis?.

Asistimos a la demolición controlada de la economía mundial, prueba de ello es la quiebra de miles de empresas y los despidos masivos. Esta coyuntura de desempleo elevado repercute en un menor consumo a todos los niveles, pero esta contracción del consumo no se queda ahí. La burbuja financiera ha significado que la deuda privada se haya convertido en pública, que las pérdidas se hayan socializado al no permitir el Estado dejar caer a bancos que eran, a juicio de algunos, demasiado grandes como para que cayeran. La deuda de los Estados ha significado su completa alienación al depender financieramente de los bancos y grandes fondos de inversión que son, junto a los organismos supranacionales (FMI, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo, etc.), los que han utilizado la deuda pública para chantajear a los Estados e imponerles medidas de reajuste a través del abaratamiento del despido y de la mano de obra, de las privatizaciones de empresas y servicios públicos, de la subida de impuestos, de los recortes presupuestarios, de la imposición en la legislación constitucional de medidas económicas restrictivas, etc.

¿Cuál es la situación? Que vivimos en un mundo con más de 6.000 millones de personas en el que el consumo crece al mismo tiempo que se agotan los hidrocarburos, y que a medio plazo no habrá suficientes recursos para satisfacer la demanda global. La destrucción de la economía real mediante la gran burbuja financiera que se generó en torno al mercado inmobiliario ha servido para contraer el consumo, tanto en las sociedades occidentales como en los países emergentes. Quebraron bancos que se compraron a precios irrisorios, quebraron empresas compradas por menos que nada, se cortó el crédito a la inversión y con ello se eliminó aún más competencia, se crearon grandes monopolios al mismo tiempo que la riqueza se superconcentraba. No hay dinero para la inversión, pero tampoco para el consumo por efecto de la inflación, los recortes sociales y presupuestarios, como también por el descenso de los sueldos. Es una espiral que tiene su propia dinámica que agrava y profundiza todavía más la situación.

Las elites plutocráticas globales llegaron a una conclusión hace mucho tiempo que quedó reflejada en los informes producidos por el Club de Roma, o mismamente en el memorando Kissinger de los 70: en el mundo capitalista actual sobra mucha población para la cantidad de recursos que existen, por lo que la única forma de mantener este sistema económico en el tiempo es a través de una disminución drástica del consumo y de la población. Resultado final: la exclusión de una inmensa franja de la población mundial que ha quedado relegada a la marginalidad, a no tener acceso al consumo de los bienes y servicios más básicos. Según estas mismas elites únicamente un 20% de la población global es necesaria para mantener el funcionamiento del actual sistema, el 80% es prescindible. La cuestión no está en saber si conseguirán sus objetivos de desembarazarse de ese 80% de la población de forma pacífica, a través de la alienación cultural y del entretenimiento consumista, o a través de la fuerza, sino en saber cómo reaccionará la población frente a una situación que le condena no sólo a la exclusión, sino a la mismísima desaparición física.

martes, 25 de diciembre de 2012

´Sûnyatâ





Por Augusto Bleda


Morir es un proceso que nunca empezó ni nunca termina, vivir es solo una capacidad que vamos perdiendo segundo a segundo. No somos más que unas cuantas partículas en continua mutación, incapaces de escapar a un proceso que nos subyuga, leyes y movimientos naturales.

Estamos insertos en esta lógica, pero aún somos tímidos y asustadizos animales que se aferran a una certeza tras otra para no aceptar su propia finitud, su completa y más honda falta de sentido único y trascendente. Estos primitivos, los humanos, necesitan robustecerse aún de la idea de que la seguridad proviene de la fortaleza, de la brutalidad, del falo erecto. Es en este sentido que aún se construyen ejércitos de frustrados que sirven de sostén a las peores infamias.

 Quizás la más grande creación de la actitud religiosa y devocional frente a la vida es la idea del yo. Insertado en esta política de escape a la realidad aparece en la historia el individualismo del mundo liberal caracterizado por las identidades descartables que le dicta el mercado. Hasta la obediencia ciega y la esclavitud contienen más aprendizaje, riqueza y nobleza que la sumisión voluntaria de la modernidad.

No existe una esencia imperecedera, sólo existe nuestra capacidad limitada de movernos en el espacio y en el tiempo, de crear y de hacer, cosas que trasciendan nuestra experiencia personal, los límites del “yo”. ¿Para qué?, y ¿Por qué?, no hay razones, no hay verdades. A quien no le guste esto siempre tiene la libertad de quitarse la vida o de resignarse a vegetar. Si vemos las más grandes obras de las culturas antiguas, comprenderemos algo quizás.

Por todo esto pienso que la música es lo más grandioso que puede pasarnos. Es otro lenguaje, de los sentidos, completamente coherente con lo que somos en nuestra insignificancia individual y con estados de ánimo colectivos. Es en cambio la continua perseverancia de nuestras facultades racionales la que nos hace seres infelices y metódicos, máquinas que simplemente se limitan a secundarse tras objetivos ausentes de la solidez que anhelamos.

Veo la miseria de las personas como una paradoja de los tiempos, como un paradigma del ser humano.

¿Qué clase de aspiraciones superadoras puede tener toda esta horda animal que se ve a sí misma como el regente del universo? No hay acto más revolucionario que destrozar ese orgullo, esas certezas que dan seguridad y bienestar al mundo.

La próxima revolución será la de los aguafiestas, la de los aburridos, la de los alienados. Y mientras, se suceden los gobiernos, los trabajos, los programas de televisión,... las mujeres, los hombres...

Pero todo tiempo histórico parece albergar la misma paradoja. Hemos dejado de gozar cuando empezamos a pensar. Hemos dejado de habitar cuando construimos la ciudad. Hemos dejado de ser hombres para empezar a trabajar. Hemos dejado de procrear para tener “sexualidad”.

¿Es posible que una especie construya un hábitat que lo lleve a su propia ruina, al suicidio, a la negación de sus tendencias naturales? Pareciera que sí. Todo en aras de un imperialismo ignorante que en busca de certezas, placeres, escapes y obsesiones está hundiendo al mundo entero.

Y mientras tratamos de encontrarle sentido a la vida, ella se va, nos abandona, como los amores más agrios... y lloramos, porque se va, porque nos sentimos traicionados, porque somos pequeños egos caprichosos que aún se creen merecedores de sufrimiento, siempre buscando acaparar las miradas de los demás, siempre vociferando lamentos para ser escuchados, siempre llendo tras la madre a prendernos de su teta, siempre buscando el padre benefactor que nos corrija y nos señale el camino.

Somos seres atávicamente fracasados, quizás los bichos que más sufren sobre esta tierra. Somos tan miserables que necesitamos que la experiencia de buda se convierta en una religión para eliminar el dolor y el sufrimiento de la vida de todos. Y otra vez la esquematización, la devoción y los arquetipos del encierro nos mantienen seguros en nuestra rutina para olvidarnos del mensaje más “aterrador” de aquel sabio, su silencio. Anatman + Sunyata.

“Sunyata significa que no hay nada que posea una esencia individual y, por tanto, que todo está vacío, sin una realidad independiente. Todo lo que existe está relacionado y es interdependiente, y la aparente pluralidad de individualidades es un carácter ilusorio de nuestra existencia.” Gracias Wikipedia.

Todo está ahí delante de ti esperando ser descubierto. Todas las certezas del mundo están hechas para deshacerlas. Demos un salto cualitativo, asaltemos la ignorancia con el camino del medio, la tercera posición entre el materialismo y el nihilismo. El Nirvana es un estado de conciencia en el que puedes tener sexo con tu hermana, comer un poco de mierda y pasearte desnudo por las calles.

Siempre cuando quieras hacerlo, y si aún no resguardas los celosos límites de la cordura. Claro, siempre están los límites de los hombres, y los de la naturaleza. Respetarlos es cuestión de prudencia, no de fe ciega a la norma. Ahí radica la diferencia, en reconocer que los límites, que las fronteras que los hombres obedecen y que otros hombres impusieron simplemente no existen o carecen de sustancialidad. Luego lo demás viene por nuestro amor a la vida, al disfrute, por nuestro dionisismo apolíneo, por nuestro equilibrio en esta cabalgata al tigre, por nuestra racionalidad éticamente sensible y comprensiva con la miseria humana. Todo esto hará con la perseverancia en práctica, de nuestro entorno, un mejor lugar. Y de nosotros mismos, algo mucho más valioso que un par de entrañas y átomos en conflicto con el tiempo y el mundo.

Con la suficiente inteligencia como para ser inclasificables. Con la suficiente cordura para tener que ser tildados de locos. Por ahí se conduce a la Liberación. Por los caminos pedregosos por donde pocos se atreven a pasar. La vida solo tiene sentido si es quemada en un arrojo heroico. En la vida son los hechos, los actos, los que valen más que las palabras y los pensamientos.

sábado, 1 de diciembre de 2012

A propósito de la Teletón: "Primero como Tragedia, después como Farsa" (Slavoj Zizek)

Slavoj Zizek: "Primero como Tragedia, después como Farsa".


Cotidianamente se nos bombardea de palabrerío y frases prediseñadas para dar por verdades hechos que, al menos, merecen ser vistos desde una perspectiva crítica. Es evidente que palabras recargadas de emotividad  y llenas de significados, como son reconciliación, perdón, progreso y otras favoritas en el diccionario de la política oportunista, nublan nuestra posibilidad de ver mas allá y perder el miedo a criticar aquello que toda una nación daba el carácter de sagrado.
La Teletón es un ejemplo más de esos espacios blindados por el poder de los medios de comunicación para no dejar ver  las evidentes fracturas del “Chile solidario”. A fin de cuentas, la Teletón con suerte es un gesto de caridad.
Comprendiendo el abismo que separa el esfuerzo de un gran numero de profesionales, padres, madres, niños y niñas que participan en los institutos de la Teletón; al encontrarnos en medio del mundo de la sonrisa fácil y servil de los rostros de televisión, es deber de todo ciudadano ser capaz de criticar y mirar mas allá de los templos que han levantado los medios oficiales, sin miedo a ser apuntado con el dedo.
Nuestra critica, en este caso, va mas allá del rechazo hacia un  programa de televisión (y el mal gusto recurrente que allí se aprecia), sino más bien  a preguntarnos desde dónde nace esa creencia tan arraigada en nuestra sociedad, de que los ciudadanos y ciudadanas con capacidades diferentes deben creer en la caridad como solución ante un país donde la inclusión es una palabra incómoda.
Uno de los intelectuales de cabecera de los editores de este pasquín, el  filósofo (inserte acá: pseudo, ex, post, proto, según le acomode) marxista Slavoj Zizek, explica de manera brillante como la caridad y el consumo se han convertido en dispositivos de justificación de la desigualdad y, peor aun, han levantado una serie de formas muy sutiles de hacernos creer que somos “solidarios” cuando en realidad estamos siendo profundamente hipócritas.
FUENTE: www.fugadetinta.cl

viernes, 16 de noviembre de 2012

A los Audaces





Por Daniel Fleurs

Que nadie nunca jamás se atreva a detener y callar la gran corriente de vida, vida que evoca de nuestros labios vehementes y puros, pues no hay represa humana que contenga el digno poder de nuestras palabras libres y sensatas que cabalgan en un tango apasionado y singular, en una oda a la justicia y a la libertad de esta carne y estos huesos lujuriosos que dan cuerpo y forma a las ideas, a la esperanza, a los más románticos enjambres de ilusión y pecado, al más conmovedor sollozo ante el hermoso paso a la muerte y a la plenitud, al abandono de la lividez, a la purificación de una idea y una masa dialéctica.

Que nadie nunca jamás se atreva a manchar el paño de la razón, de la humanidad, de la cognición, en balance al instinto animal de nuestro torrente sanguíneo, pues será de nosotros que surja una gnosis renovada, de la cual brotara algún día la historia de un solo dios, uno justo y divino, un dios tal vez femenino, que nos enseñe de la vida el amor canalizado; un toque de perfección, que desvanezca nuestras heridas en las tierras del despertar, del descubrir, pero también del negar. Ya que cuando nuestra voz exilie la deshumanización, aferrándonos a la crítica, a la ira, a la pasión, al amor, a la codicia, a la dignidad y al orgullo que tanto nos quieren arrebatar. Aquella quimera arderá en las llamas de nuestros corazones al borde de la euforia, empapados de la sangre, roja, roja como nuestros labios, nuestro ser, nuestra mente, nuestra conciencia libre de dogmas, nuestro resurgir como dioses.

Que nunca nadie jamás caiga en el deplorable abismo de la cobardía, de la sumisión, del conformismo. Pues es intolerable el negar los más aferrados principios y cortar las alas inquietas, pero dóciles que nos permiten volar sobre este, nuestro escenario actual. Al horizonte junto el sol, nuestro más noble compañero. Y junto a la luna, nuestra fiel amante, nuestra hermosa guerrera que alumbra los más oscuros senderos de la noche y sus encantos. Sus hechizos, nuestro armamento. Si debemos abandonar nuestros frágiles cuerpos por ese nuevo nacer, los entregaremos con concordia, sin dudar un solo segundo. Convencidos y alegres, con una sonrisa taciturna que dibujara un nuevo camino a seguir, un ejemplo, en honor a la hermandad, a la justicia, al esfuerzo, la sangre por la cual navegarán los navíos de esta empresa, hacia nuestras raíces, hacia la tierra de Hombres Nuevos.

Que nadie nunca jamás olvide, que nadie nunca jamás perdone, que nadie nunca jamás se arrodille, que nadie nunca jamás se arrepienta… las palabras como flechas en llamas deben atravesar la impudicia de quienes las amenazan, el espíritu debe cobrar valor, debe volar, debe soñar, debe reclamar comodidad en esta caja corpórea y su posición. Advirtiendo del desembocar de su furia, de su energía, de su venir de felicidades, de su vitalidad aún viva e impune pese a las heridas de la gran bestia de asfalto y sus dueños.

Pues mientras nuestras almas se sigan fundiendo en un solo ser, el mar de ilusión estallara en victoria y en un solo grito de fervor… tan armónico que sus mismos dioses tendrán envidia.

martes, 6 de noviembre de 2012

La Niebla y el Refugio de la Pulcritud




Por Augusto Bleda

Aromas silvestres, tinieblas y vientos de poder, carcinoma humano, traspié genético de mi ser, despedida del pecho hundido en negras fosas cancerígenas. Adelante morocha latina confiesa tu designación, el destino aflora en cada instante bañándonos en la divinidad de un caótico devenir enervado en conciencias centrífugas que se desprograman.

No podría sopesar el abismo que me agobia si no hubiera esa suerte de enfermedades que nos sacan momentáneamente de la rutina. Estuve internado 3 días, Dios hubiera querido sea más. Nadie se percató de mí. Todo seguía igual para ellos, para la imagen de mí en sus cabezas. La muerte no es nada sino un estado de conciencia.

Continuamente desaparecemos; la mayor parte del tiempo, solos. La Rabia. Vírgenes en el cielo con diamantes olvidadas, pudriendo sus órganos mientras abrazan la pureza crística. Quiero ser una de ellas, pudrirme en las nubes soporíferas del placer santo, hasta que el juicio final disponga lo contrario.

Quiero hacer una orgía con ese tipo que llamamos Dios, revolcarlo en las sábanas... manchadas con mi semen, poder rascarme la picazón de su barba rozando mi piel.

Algunos dicen que está muerto, qué más da. ¿Tendrá sexo? Me refiero al género. Curiosa pregunta, pero no buscaré la respuesta. No perdería tiempo leyendo teología, bastante tuve con el tradicionalismo. Masturbándome pude olvidarme de todas las preguntas. Eso me enseñaron, para ello fui a la escuela.

Sin haberla conocido, extraño la sociedad disciplinaria, hoy los instrumentos de vigilancia y control. La invasión de las corporaciones sobre mi cuerpo, me resbalan. Quisiera que me hagan marchar, que me den una creencia por la cual morir, algo a lo que disparar, pero no, los guerreros no la pasan bien aquí.

La próxima huelga será la de los que no trabajan, la huelga humana, leía hoy... alguna idea de Deleuze y compañía. Siento que mientras los momentos se esfuman, cada vez las letras corren hacia su blanco original; ¿nos controlan? ¿Realmente pueden controlarnos? ¿O simplemente confían en la efectividad del entretenimiento, y del aburrimiento? Para el resto aún tienen sus policías y formaciones especiales, guardias de infantería, y servicios de inteligencia alrededor del mundo.

Solo la creatividad nos puede sacar de esta sociedad donde se supone todo programado, todo diseñado... donde nos vemos presas del fatalismo plutocrático, de la salida laboral, del tiempo regimentado. Muchas veces en la historia civilizaciones atravesaron la anomia, el caos y la falta de sentido. Siempre es el momento para despertar y hacer algo, para oponerse, para desafiar y transgredir.

Me preguntaba un muchacho amigo si yo era realmente alguien que amaba lo turbio, lo enfermo... y le respondí que solo amaba lo turbio que está contra el sistema y no la turbiedad del sistema. Es difícil cerrar esquemas de ideas en un mundo líquido. Pero podemos arrojar lineamientos para entrelazar cosmovisiones, desentramar el espíritu de la época, destejer dogmas y deshacer el prestigio de toda institución que aún perdure fagocitando nuestras vidas. “Deberías ver Fight Club” dile a cualquier jóven con que te cruces. “¿Has leído a Nietzsche?” A cualquier muchacho traumatizado por un mundo de blandos.

Después de todo... solo habrá esperanza, si hay resistencia. Hagamos en primer lugar, siendo inteligentes, que el enemigo no pueda hacer nada en nuestra contra. Seamos leyenda, mito, juguetones, flexibles, inasibles. “¿Como que aún no viste V de Venganza?”, es un buen ejemplo.

...Los Reyes me susurran


jueves, 1 de noviembre de 2012

El Movimiento Nacional Socialista Chileno (MNSCH) (1932 - 1938)

Bandera de la PATRIA VIEJA con rayo ascendente.


Por el Frente Orden Nacional


El 3 de abril de 1932, mucho antes de que Adolf Hitler asumiera la cancillería de la nación alemana, es fundado el Movimiento Nacionalsocialista Chileno, en una oficina ubicada en un edificio de la calle Teatinos. Sus principales líderes, fueron el abogado Jorge Gonzalez Von Mareés y el economista Carlos Keller Rueff.

Dicha agrupación, se inspiró ideológicamente en las corrientes “nazi” y “fascistas” entonces en boga, propiciando un nacionalismo basado en la concepción Portaliana y un socialismo no marxista, basado en el trabajo como valor esencial y la unión de las clases sociales.

Su símbolo fue la bandera de la patria vieja, la cual exhibía en su centro un rayo ascendente de color rojo.

El uniforme del militante, estaba compuesto por una camisa gris oscuro, al que se le sumaba una corbata y sombrero militar de igual color.

De este último, prendía una piocha, donde se distinguía el brazo musculoso de un trabajador.

Esta indumentaria, era complementada con un terciado café oscuro, cuyo cinturón presentaba una hebilla de forma circular, cuyo centro contiene un rayo similar al de la bandera de la organización.

Sus principales medios de propagación de sus ideas, fueron la revista “Acción Chilena” y el diario quincenal “Trabajo”.

Otras iniciativas del movimiento fueron el Cuerpo Voluntario del Trabajo (CVT), organización partidaria que efectuaba trabajo social en los barrios, poblaciones etc..; El Grupo Dador de Sangre (GDS); Las Brigadas Femeninas (BF); El grupo Nacista Universitario (GNU): La Juventud Nacionalsocialista (JNS); El Ropero del Pueblo, grupo encargado de confeccionar, arreglar, recolectar prendas de vestir para su donación a la gente necesitada, además de la Bolsa del Trabajo.

El MNS al poco tiempo de su fundación, logro una gran adhesión en los sectores medios y acomodados, perseguidos por los partidos de derecha, atacados sus locales y militantes por los grupos marxistas-estalinistas, formara en 1933 las Tropas nacistas de asalto (TNA), cuya misión fue la de protección y disuasión de las fuerzas atacantes, falleciendo en violentos enfrentamientos callejeros cuatro de sus militantes.

En 1935, esta agrupación, cuenta a lo largo del país con un numero de 20.000 militantes, logrando una importante presencia en las federaciones de estudiantes universitarios y un regidor por la ciudad de Santiago (Mauricio MENA).

En las elecciones parlamentarias de 1937, dicha organización obtiene 3 escaños en el parlamento: Jorge Gonzalez Von Mareés por Santiago, Guarello Fritz Henry por Valparaíso, Gustavo Vargas por Temuco; Perdiéndose la candidatura de Carlos Kéller por Concepción.

En el congreso, los nacistas presentarán los proyectos de Voto femenino, la creación de corporaciones de reconstrucción y fomento, impuesto extraordinario a las empresas del cobre norteamericanas, ubicadas en nuestro país, la suspensión del pago de la deuda externa y la reserva de millas marítimas, para la explotación exclusiva nacional.

Para las elecciones presidenciales de 1938, el MNS conforma junto a sectores independientes la Alianza Popular Libertadora, que eleva la candidatura del General (R) Carlos Ibáñez del Campo.

El 4 de septiembre de ese año, se desarrolla una de las mayores concentraciones de la época, que reúne a 100.000 personas, esta marcha es llamada “La marcha de la Victoria”.

Sin embargo, al otro día tras un frustrado intento de conato en contra del gobierno de Alessandri Palma, el MNS sufre la pérdida de 59 militantes, que una vez rendidos son asesinados por orden del presidente de la república en el edificio del Seguro Obrero.

Caída la candidatura del General (R) Ibáñez, el nacismo vota por el candidato del Frente Popular, Pedro Aguirre Cerda, quien vence por estrecho margen al continuista Gustavo Ross Santa María.

A comienzos del verano de 1939, en un congreso de dirigentes, el Movimiento Nacionalsocialista pasa a llamarse Vanguardia Popular Socialista (VPS), que significó un viraje de dicha agrupación hacia la izquierda, hecho que encontró en la militancia rechazo y significó su posterior disolución.