miércoles, 6 de febrero de 2013

Economía Orgánica




Por Joaquin Bochaca

La Economía es una manera de pensar, como lo son la mora, la estética, la ética, la política. Cada una de esas formas de pensamiento aisla una parte de la totalidad del mundo y la reivindica para sí. La Moral distingue entre bien y mal; la Estética entre belleza y fealdad: la economía entre útil e inútil, y, en su última fase puramente comercial entre beneficiario y deficitario.

Hemos aludido a la Política, la cual divide a los hombres en amigos y enemigos. Considerando el cuerpo político como un todo orgánico, no cabe la menor duda de que la Economía forma parte de la Política. Una parte subordinada, en su totalidad, al conjunto político.

La Economía es al todo político lo que el sistema digestivo es a la totalidad de un ser orgánico y sí, conforme se asciende en la escala orgánica, desde el vegetal hasta el ser humano, pasando por el animal, menos importancia tiene, relativamente -insistimos en esa relatividad- el sistema digestivo, tal importancia desciende aún más al llegar al ser orgánico superior por excelencia, la Gran Cultura.

Es, entonces, entre sus órganos constitutivos, un “ultimus inter pares” y su función, aun siendo vital, es la menos noble de todas. Hecha esta salvedad, consideramos imprescindible insistir en el hecho de que igual que un individuo puede morir a causa de una parálisis intestinal que, a su vez, provoque una peritonitis, también una Gran Cultura, y, “a fortiori”, una nación puede enfermar gravemente e incluso perecer -desaparecer- a causa del caos creado por una enfermedad económica mal diagnosticada y, en consecuencia, inadecuadamente tratada. y no creemos que el espectáculo actual de la miseria en medio de la abundancia permita duda alguna sobre el hecho de la enfermedad de la Economía Occidental. Enfermedad, además, degenerativa, pues del sistema digestivo ha pasado a esparcerse por todo el cuerpo del organismo, incluyendo su cerebro, pues algo debe funcionar mal en éste si admite sin rebeldía situaciones que repugnan al simple buen sentido, como la destrucción deliberada de cosechas para “mantener el curso de los precios agrícolas”.

Hemos dicho que la Economía es una parte subordinada al todo político. Un ejemplo más de lo patológico de la actual situación nos lo da el hecho de que lo contrario se tenga por real, es decir, que la Política este subordinada a la Economía, y que ésta sea el motor de la Historia, absurdo propalado por Marx, pero insólitamente refrendado, en diversos grados de sentimiento, por sus enemigos de clase, los llamados “capitalistas”... aparente paradoja de la que nos ocuparemos más adelante.

1 comentario:

Unknown dijo...

Economía organica, como parte de un todo, excelente, esta es la verdad de las cosas, así se oiga muy post-modernista, la realidad en la que vivimos es compleja, claro que el termino de "economía orgánica" lo utilizo Adam Muller anteriormente... xD